Los aficionados de NASCAR están indignados después de que Netflix no lograra captar la esencia de una de las controversias más grandes en la historia reciente del deporte. La intensa carrera en el Martinsville Speedway en el otoño de 2024, que se suponía que sería un momento crucial, se convirtió en una saga de sospechas y manipulaciones que dejó a los aficionados furiosos.
El drama se desarrolló mientras William Byron luchaba por un lugar en el Campeonato 4, solo para verse rodeado de tácticas cuestionables por parte de los equipos de Chevrolet y Toyota. El llamado «bloqueo de Chevy» se formó detrás de Byron, con autos como Austin Dillon y Ross Chastain aparentemente negándose a hacer un movimiento para adelantarlo. Las comunicaciones del equipo insinuaron coordinación, y Bubba Wallace incluso pareció simular un problema de neumático para ayudar a Christopher Bell, quien más tarde enfrentó sanciones por un movimiento ilegal.
Las consecuencias llevaron a NASCAR a imponer multas y sanciones a varios equipos, alterando los resultados del campeonato y encendiendo un debate sobre el formato de playoffs del deporte. Con apuestas tan altas y un drama real en exhibición, los aficionados estaban ansiosos por ver este escándalo ocupar el centro del escenario en la Temporada 2 de «NASCAR: Full Speed».
Sin embargo, cuando la nueva temporada se estrenó el 7 de mayo de 2025, los aficionados quedaron atónitos y, en última instancia, decepcionados. La serie, que prometía una mirada profunda a la temporada 2024 de NASCAR, no logró abordar adecuadamente la controversia de Martinsville, dejando un vacío evidente en su narrativa.
Si bien «Full Speed» mostró momentos emocionales y personales de pilotos como Chase Briscoe y Ryan Blaney, no logró capturar el drama crudo y sin filtros que los aficionados deseaban. En comparación con la exitosa serie de F1 de Netflix, «Drive to Survive», que profundiza en controversias y conflictos dentro del deporte, «Full Speed» parecía desinfectada y carente de verdadera intensidad.
Los espectadores expresaron su frustración en línea, criticando la docuserie por pasar por alto tramas esenciales y optar por un enfoque más pulido y amigable con las relaciones públicas. Muchos sintieron que el programa perdió una oportunidad de oro para mostrar el verdadero y auténtico caos que define a NASCAR, eligiendo en su lugar centrarse en momentos que generan buenas sensaciones.
El clamor de los fanáticos destaca una creciente insatisfacción con la dirección de «Full Speed» y subraya la necesidad de una representación más honesta de la intensa competencia de NASCAR y el drama detrás de escenas. Si Netflix quiere realmente capturar los corazones tanto de los fanáticos existentes como de los recién llegados, debe abrazar la realidad cruda y a veces desordenada del deporte, en lugar de evitarla en favor de una narrativa más sanitizada.