Los impactantes datos de telemetría de Lewis Hamilton han revelado un gran revés para Ferrari, etiquetándolo como el ‘principal problema’ del equipo. El reciente Gran Premio de Miami vio a los pilotos de Ferrari terminar en séptimo y octavo lugar, a más de un minuto del ganador, Oscar Piastri. El rendimiento mediocre del SF-25 generó preguntas sobre las decisiones estratégicas del equipo y las posibles alternativas que podrían haber influido positivamente en el resultado de la carrera.
La sesión de clasificación ya insinuó los problemas que enfrentaría Ferrari, con Hamilton sin lograr asegurar un lugar en Q3 y terminando en un decepcionante P12. Su compañero de equipo también tuvo dificultades, quedando detrás de ambos pilotos de Williams en P8. La significativa brecha desde la pole position subrayó el bajo rendimiento del SF-25, especialmente evidente en las zonas de frenado y salidas de curva donde la inestabilidad trasera afectó la aplicación del acelerador.
A lo largo de la carrera, las luchas de Ferrari continuaron mientras los pilotos de Williams mostraban un ritmo de carrera superior, dejando al equipo italiano en un inesperado quinto lugar. A pesar de una ventaja táctica durante un período de coche de seguridad virtual, los pilotos de Ferrari no lograron capitalizar completamente, destacando deficiencias en su rendimiento general y estrategia de carrera.
Un análisis de la dinámica de la carrera reveló una oportunidad perdida para que Ferrari optimizara la gestión de neumáticos y la posición de los pilotos. El ritmo superior de Hamilton con neumáticos medios indicó una posible ventaja que podría haberse aprovechado antes en la carrera, planteando preguntas sobre la comunicación y los procesos de toma de decisiones del equipo.
En última instancia, el desafío continuo de Ferrari radica en la configuración precaria del SF-25, que resulta ser altamente sensible a los ajustes de altura de la carrocería. La estrecha ventana de rendimiento del coche representa un obstáculo técnico significativo para los ingenieros, dificultando la capacidad del equipo para competir consistentemente al más alto nivel.
A medida que el circuito de Fórmula 1 transita hacia la etapa europea de la temporada, Ferrari se enfrenta a un momento crítico en su búsqueda por reducir la brecha con los líderes. Las próximas carreras pondrán a prueba la resiliencia del equipo y su capacidad para superar los problemas persistentes que afectan al SF-25, mientras se esfuerzan por recuperar su ventaja competitiva en la pista.