En un giro sorprendente de los acontecimientos, Max Verstappen, el campeón mundial en cuatro ocasiones, enfrentó una carrera desastrosa, marcando sus primeros cero puntos de la temporada. A pesar del resultado desafortunado, la culpa recae en un error crítico del equipo Red Bull y no en el hábil piloto neerlandés.
Durante una parada en pits, Verstappen recibió la luz verde para salir justo cuando otro coche entraba en la zona de pits, resultando en una situación peligrosa de «liberación insegura». La posterior penalización de 10 segundos sacó a Verstappen de los puntos, un error costoso en una carrera que terminó bajo un coche de seguridad.
Verstappen no se anduvo con rodeos, reconociendo la gravedad del error: «No pude hacer nada, me dieron la señal para ir, y fui. Un error realmente grave, hubo mucha superficialidad. Tuvo suerte de que nadie resultara herido, porque con estos coches, cuando golpeas a alguien.» El piloto italiano involucrado evitó hábilmente una catástrofe, destacando los peligros potenciales de tales incidentes en la Fórmula 1.
El director del equipo Red Bull, Christian Horner, admitió el error humano, afirmando: «Aprenderemos de esto.» A pesar del contratiempo, Verstappen expresó su decepción con la carrera, encontrándola bastante aburrida mientras veía a los McLaren alejarse y solo lograba obtener una ligera ventaja sobre los coches Mercedes.
El incidente sirve como un recordatorio contundente de la precisión y las decisiones en fracciones de segundo requeridas en el mundo de alto riesgo de las carreras de Fórmula 1. La búsqueda de Verstappen por el campeonato enfrenta un obstáculo, pero con su talento y determinación, seguro que regresará más fuerte en las próximas carreras.