En un giro sorprendente de los acontecimientos durante el sprint de F1 en Miami, una colisión en boxes entre Mercedes y Red Bull ha desatado controversia y acusaciones de una «falta total de juicio» por parte de Red Bull. El incidente, que podría haber tenido consecuencias graves, se desarrolló debido a lo que el director del equipo Mercedes, Toto Wolff, describió como un claro caso de «alguien [entrando] en pánico.»
El percance en boxes ocurrió cuando Max Verstappen de Red Bull estaba saliendo de su box al mismo tiempo que Andrea Kimi Antonelli de Mercedes se acercaba, resultando en una colisión que eliminó el endplate del ala delantera izquierda del coche de Verstappen. Gracias a los rápidos reflejos de ambos pilotos, se evitó una situación potencialmente desastrosa. Sin embargo, las repercusiones fueron significativas, con Verstappen recibiendo una penalización de 10 segundos que finalmente lo hizo caer al 17º lugar en la clasificación final.
Christian Horner, director del equipo Red Bull, admitió que el incidente fue debido a «error humano», destacando un error raro pero impactante por parte del equipo de boxes de Red Bull, que generalmente es confiable. La tensión entre las dos potencias de la Fórmula 1 solo añade leña al fuego a medida que la competencia se intensifica dentro y fuera de la pista.
A pesar del dramático choque en la zona de boxes, ambos equipos lograron salvar algunos puntos, con Antonelli finalizando en el 10º lugar. Sin embargo, la animosidad persistente y las acusaciones mutuas sirven como un recordatorio contundente de las altas apuestas y la intensa presión en el mundo de la Fórmula 1.
A medida que los aficionados y expertos analizan cada momento del Gran Premio de Miami, el incidente en boxes seguramente será un punto focal de las discusiones previas a la próxima carrera. La emoción y la imprevisibilidad de la Fórmula 1 se exhibieron en su máxima expresión en Miami, dejando a espectadores y equipos al borde de sus asientos.