Presidente de la FIA Considera Revisar las Controversiales Reglas de Lenguaje en Medio de la Reacción Negativa
En un giro sorprendente de los acontecimientos, el presidente de la FIA, Mohammed Ben Sulayem, está contemplando una posible revisión de las nuevas directrices controvertidas implementadas este año para regular el comportamiento de los pilotos. Las modificaciones al ‘Apéndice B’ del Código Deportivo Internacional han desatado una ola de críticas, lo que ha llevado a Ben Sulayem a sugerir que podrían estar en camino cambios.
La reciente actualización de la FIA al ‘Apéndice B’ introdujo directrices estrictas para ayudar a los comisarios a determinar sanciones por violaciones de las reglas, incluyendo la imposición de sanciones severas como multas elevadas, prohibiciones de carrera e incluso deducciones de puntos del campeonato. La respuesta a estas medidas ha sido abrumadoramente negativa, con aficionados y competidores expresando su insatisfacción, particularmente en lo que respecta a las restricciones sobre el lenguaje de los pilotos.
Ben Sulayem, quien asumió el cargo de presidente de la FIA en 2021, insinuó un posible suavizamiento de las reglas tras recibir comentarios de los pilotos en varios Campeonatos Mundiales de la FIA. Si bien los detalles sobre la naturaleza exacta de las revisiones siguen siendo vagos, la comunidad de carreras anticipa con entusiasmo una mayor aclaración antes del próximo Gran Premio de Miami.
Las directrices iniciales delineadas en el ‘Apéndice B’ del Código Deportivo Internacional apuntaban a la mala conducta y acciones que causaran daño a la FIA o a sus miembros. Estas regulaciones tienen implicaciones significativas para la Fórmula 1 y otras series bajo la jurisdicción de la FIA, como se ha visto en las investigaciones que involucran a pilotos como Max Verstappen y Charles Leclerc por su lenguaje durante las conferencias de prensa.
Bajo las directrices revisadas, las sanciones por ofensas de lenguaje aumentan en caso de infracciones repetidas, con multas y sanciones deportivas que varían según el nivel del campeonato. Por ejemplo, los pilotos de F1 podrían enfrentar multas sustanciales, prohibiciones y incluso deducciones de puntos por múltiples violaciones dentro de un período de tiempo específico.
Mientras la FIA y Ben Sulayem defendieron la introducción del ‘Apéndice B’ como un medio para garantizar la aplicación consistente de las reglas existentes, la naturaleza estricta de las directrices ha llevado a un descontento generalizado. Los pilotos de diversas disciplinas de carreras han enfrentado multas y sanciones por violar las nuevas regulaciones, lo que ha generado debates sobre la necesidad de reformas dentro del deporte.
En respuesta a la creciente presión, Ben Sulayem parece estar abierto a reconsiderar las reglas controvertidas, reconociendo la importancia de la mejora continua en la configuración del futuro del automovilismo. A medida que el mundo de las carreras espera más desarrollos en este frente, las posibles revisiones al ‘Apéndice B’ podrían tener implicaciones de gran alcance para el deporte y sus participantes.