Lewis Hamilton, el siete veces campeón del mundo de Fórmula 1, se enfrenta a un duro desafío en Arabia Saudita mientras lucha por encontrar su ritmo con el coche Ferrari. A pesar de expresar su gratitud por calificar en séptimo lugar en el Gran Premio de Arabia Saudita, Hamilton admitió que se ha sentido «en ninguna parte» durante todo el fin de semana.
Hamilton, quien había mostrado promesas en la carrera anterior en Baréin, donde reveló haber progresado con el Ferrari SF-25, ha estado batallando con el Circuito Corniche de Jeddah. Sus dificultades fueron evidentes durante las sesiones de práctica, lo que lo llevó a establecer metas modestas de llegar a Q3.
El piloto británico apenas logró pasar el segundo segmento de la clasificación, y aunque aseguró un lugar en el shootout de los 10 mejores, su vuelta final lo colocó en séptima posición, más de cinco décimas detrás de su compañero de Ferrari, Charles Leclerc, quien logró el cuarto lugar.
Luchando por igualar el ritmo de Leclerc en una sola vuelta, Hamilton reconoció los desafíos que enfrenta para conectar con el coche Ferrari con poco combustible. A pesar de su éxito anterior en China, donde convirtió una pole position en una victoria en la Sprint, Hamilton no ha podido replicar el mismo rendimiento en Arabia Saudita.
Hamilton se mantiene optimista sobre mejorar su rendimiento, enfatizando la necesidad de seguir empujando y trabajando duro para desbloquear todo el potencial del Ferrari SF-25. Si bien reconoce las dificultades que está encontrando, Hamilton aseguró a los aficionados que él y su equipo están decididos a superar estos obstáculos y esforzarse por mejores resultados en las próximas carreras.
A medida que Hamilton continúa lidiando con las complejidades del coche Ferrari y su propio rendimiento, todas las miradas están puestas en él para ver si puede hacer los ajustes necesarios y lograr un regreso en el ferozmente competitivo mundo de la Fórmula 1.