En el ámbito de NASCAR, la velocidad no lo es todo. La supervivencia, la estrategia y la capacidad de aprovechar el momento son igualmente críticas. Esto se evidenció cuando Kyle Larson triunfó sobre el caos de la parte final de la carrera, reconociendo la velocidad intocable de Corey Heim, pero apoderándose de la victoria en Homestead-Miami en 2025.
Los anales de la historia de NASCAR están repletos de relatos de victorias casi seguras robadas por complicaciones imprevistas. Dale Earnhardt, quien lideró 155 vueltas en el Daytona 500 de 1990, cedió su victoria a Derrike Cope en la última vuelta debido a un neumático pinchado. En 2022, un destino similar le ocurrió a Tyler Reddick, quien había liderado 90 vueltas en el Auto Club Speedway antes de que sus oportunidades se desvanecieran por un corte en un neumático. Denny Hamlin también enfrentó este devastador golpe en 2010 en Pocono, cuando un problema de combustible en las últimas vueltas le robó la victoria.
Heim se unió a esta lista de desafortunados pilotos en 2025. A pesar del absoluto control que tenía sobre su camioneta y de la ventaja en la parte final de la carrera, sucumbió a fallos técnicos. En contraste, Larson aprovechó esta oportunidad, reafirmando el adagio de que ninguna ventaja está realmente segura en NASCAR.
Heim había sido la fuerza dominante de la carrera, con Larson a tres segundos y medio de él a medida que la carrera se acercaba a su clímax. Sin embargo, la camioneta de Heim sufrió una falla de potencia con solo cinco vueltas restantes, lo que le costó tiempo precioso. Larson, que había estado navegando estratégicamente por el campo, aprovechó este contratiempo.
Durante una entrevista posterior a la carrera, Larson confesó: “Siento que si hubiera pasado a Ankrum cuando llegué a él, aún habría alcanzado a Corey a tiempo para al menos competir con él y tal vez vencerlo. Pero, sí, cuando eso no funcionó, él tuvo su problema, yo todavía estaba detrás del 34 un buen rato pero, um, sentí que todo iba a llegar a un punto donde lo iba a alcanzar sin importar qué. Así que, una vez que vi que el 11 tenía su problema, estaba muy seguro de que iba a pasar al 34. Estaba feliz de alcanzarlo en la Curva 1.”
A lo largo del fin de semana de la carrera, Heim había estado en gran forma. Lideró 78 vueltas y barrió ambas etapas antes de que problemas mecánicos arruinaran sus posibilidades. A pesar de la superioridad de Heim, Larson logró terminar las Etapas 1 y 2 en la segunda posición. Los problemas mecánicos que afectaron la camioneta de Heim permitieron que tanto Larson como Layne Riggs lo superaran sin ningún obstáculo.
Sin embargo, Larson aún tenía que superar a Riggs en la camioneta No. 34 para asegurar la victoria. Su juego estratégico le permitió aprovechar la situación de manera efectiva. Con solo dos vueltas restantes, superó a Riggs, logrando una remontada exitosa después de que un giro anterior con el #34 lo dejara en desventaja.
La decepción de Heim era palpable. A pesar de estar en camino hacia la victoria, sus oportunidades se desvanecieron debido a circunstancias fuera de su control. Había mostrado una velocidad y control excepcionales, atributos que han marcado su ascenso en la NASCAR Truck Series.
Heim explicó sus problemas técnicos, diciendo: “El motor se cortaba de golpe y el tablero se ponía negro. Tenía que mover mi mano derecha y reciclar completamente la energía para devolverle algo de vida al motor.» La mala suerte de Heim fue un recordatorio contundente de la naturaleza impredecible de NASCAR.
A pesar del contratiempo, Heim ha tenido una carrera impresionante en 2025. Ha entregado consistentemente actuaciones entre los tres primeros en cada carrera, a excepción de Atlanta. Su desempeño la temporada pasada, con seis victorias, ha establecido altas expectativas para él este año.
David Gilliand, propietario de Tricon Garage, subrayó el enfoque en las futuras carreras, afirmando: «Nuestro objetivo es Phoenix al final del año. Nos vamos a centrar en los aspectos positivos de aquí. Obviamente, averiguar qué sucedió y por qué sucedió, y asegurarnos de que no vuelva a ocurrir. Los problemas eléctricos son los peores, pero pensé que Corey mantuvo su compostura bien en la camioneta.»
En resumen, esta emocionante carrera sirvió como otro recordatorio de la naturaleza volátil e impredecible de NASCAR. Mientras que la velocidad y la habilidad son vitales, la capacidad de adaptarse a circunstancias imprevistas puede marcar la diferencia en asegurar una victoria.