En un giro sorprendente de los acontecimientos durante el Gran Premio de Australia, el piloto novato de Fórmula 1 Isack Hadjar perdió el control de su vehículo Racing Bulls durante la vuelta de formación. Este incidente inesperado marcó un final abrupto para su carrera debut incluso antes de que comenzara oficialmente. La ola emocional que siguió a este contratiempo vio a Hadjar visiblemente angustiado, derramando lágrimas al lado de la pista y más tarde en el paddock.
El desahogo emocional del joven piloto francés llamó la atención de varias figuras clave en el mundo de las carreras, incluidos Helmut Marko de Red Bull y el ex piloto de F1 Giedo van der Garde. Ambos ofrecieron perspectivas diferentes sobre el incidente, con Marko expresando vergüenza y Van der Garde abogando por un mejor control emocional frente a la adversidad.
Marko de Red Bull, hablando de manera franca con el canal austriaco ORF, expresó su desaprobación por la crisis emocional de Hadjar, etiquetándola como «un poco vergonzosa». Van der Garde hizo eco de los sentimientos de Marko, sugiriendo que el piloto novato debería haber mantenido sus emociones bajo control, especialmente considerando su posición como miembro del equipo de carreras de Red Bull.
Van der Garde, en una entrevista con PlanetF1.com, elaboró aún más su punto de vista. Describiéndose a sí mismo como un piloto de ‘vieja escuela’, mencionó que no aprecia que los pilotos muestren emociones evidentes. Agregó que, si bien es comprensible que un piloto esté molesto por un error, no es aconsejable mostrarlo tan abiertamente. Criticó abiertamente el contratiempo de Hadjar como un «gran error», enfatizando que tales errores deberían evitarse en Fórmula 1.
Sin embargo, Van der Garde también reconoció las difíciles condiciones en Australia, donde las líneas blancas pintadas hacen que la pista sea súper resbaladiza, añadiendo que, a pesar del contratiempo, Hadjar había estado rindiendo excepcionalmente bien hasta el desafortunado incidente.
Tras el incidente y los comentarios de figuras notables, Hadjar se tomó un tiempo para reagruparse para el próximo Gran Premio de China. Admitió su vergüenza por el incidente durante una conferencia de prensa en Shanghái, pero también expresó su gratitud por el gran apoyo recibido de los aficionados. Reveló que había hablado por teléfono con Marko un día después del evento, y que se sentía mucho mejor sobre la situación, especialmente dado el fin de semana de carreras consecutivas, lo que le permitió reenfocarse rápidamente.
En el mundo de las carreras de Fórmula 1, donde decisiones en fracciones de segundo pueden cambiar el curso de una carrera, el incidente de Hadjar sirve como un recordatorio de la enorme presión que enfrentan los jóvenes pilotos. El incidente y sus consecuencias han suscitado una discusión sobre el equilibrio entre los pilotos manteniendo su compostura y la exhibición pública de emociones en este deporte de alto riesgo.