Max Verstappen, el actual campeón del mundo, desafió las expectativas en el Gran Premio de Australia 2025, logrando el tercer lugar en la parrilla a pesar de un inicio desafiante con el RB21. Se puso en contienda por la pole position en Melbourne, terminando detrás de McLaren tras una reñida batalla.
La semana comenzó de manera complicada para Red Bull y Verstappen, ya que parecían tener dificultades para igualar el ritmo de Charles Leclerc y el dúo de McLaren. Los tiempos por vuelta del piloto neerlandés fueron más de medio segundo más lentos que el trío líder el viernes. Sin embargo, la sesión final de prácticas insinuó un posible regreso para Red Bull, con el RB21 mostrando un aumento notable en velocidad.
En el corazón de la ronda de clasificación, Verstappen logró mantenerse al día con los tiempos más rápidos, demostrando la mejora de Red Bull a lo largo del fin de semana. A pesar de la presión de Oscar Piastri y Lando Norris, Verstappen aseguró una pole position provisional durante las primeras vueltas en Q3. Sin embargo, Piastri y Norris lograron recuperarse, superando el tiempo de Verstappen, con Norris ganando finalmente la pole position en su carrera local.
A pesar de que Verstappen cayó brevemente al cuarto lugar después de que George Russell mejorara su tiempo, logró terminar con el tercer tiempo más rápido, lo que indica una fuerte posibilidad de un podio el domingo.
Cuando se le preguntó sobre el rendimiento de Red Bull durante el fin de semana, Verstappen admitió un inicio desafiante, afirmando: «Esta nunca ha sido realmente una buena pista para nosotros.» Sin embargo, expresó satisfacción con las mejoras realizadas, diciendo: «Honestamente, estoy bastante sorprendido de estar aquí después de ayer.»
La comodidad de Verstappen con el RB21 durante la ronda de clasificación fue una señal positiva para Red Bull, que se ha centrado en hacer que el auto sea más adaptable en comparación con el modelo más temperamental del año pasado. El neerlandés dijo que se sentía «en sintonía con el auto», aunque reconoció que aún les faltaba velocidad.
El año pasado, Verstappen había expresado su insatisfacción con el manejo del RB20. En respuesta, el director técnico de Red Bull, Pierre Waché, había declarado que el objetivo principal con el RB21 era priorizar la flexibilidad para los pilotos sobre el potencial máximo del coche. Los comentarios de Verstappen indican que este enfoque está funcionando, con el coche mejor equilibrado y más placentero de conducir.
Sin embargo, un pronóstico de lluvia para la carrera del domingo podría cambiar las cosas. Verstappen, manteniendo sus expectativas realistas, admitió que vencer a los McLaren podría ser un desafío si las condiciones permanecen secas. «No espero ningún tipo de milagros al respecto,» dijo, «Pero haré lo mejor que pueda y veré qué pasa mañana.»
En resumen, a pesar de los contratiempos iniciales, Max Verstappen y Red Bull han demostrado una mejora significativa durante el Gran Premio de Australia, con Verstappen obteniendo un respetable tercer lugar en la parrilla. Su comodidad con el RB21 y la capacidad del equipo para adaptarse y mejorar durante el fin de semana sugieren un futuro prometedor para Red Bull. Sin embargo, los resultados finales de la carrera aún están por verse, con posibles cambios climáticos que podrían ser un factor decisivo.