El Campeonato de Fórmula 2 en Melbourne ha sido sacudido por una ola de penalizaciones en la parrilla que afecta a seis pilotos. Esta acción dramática se produce tras el descubrimiento por parte de la FIA de que habían obtenido ventajas a partir de violaciones de las regulaciones de pruebas en Barcelona. Entre los penalizados se encuentran Kush Maini de Alpine, Jak Crawford de Aston Martin y Alex Dunne de McLaren.
A medida que la temporada de F1 2025 comienza en Melbourne, las estrellas en ascenso de la Fórmula 2 también están presentes, ansiosas por marcar el inicio de sus campañas. Sin embargo, su emoción ahora se ve empañada por las penalizaciones que conducen a un reordenamiento de la parrilla. Cada uno de los seis pilotos sufrirá una asombrosa caída de 10 posiciones en la parrilla tanto para las carreras de sprint como para las de características, acumulando un total de 120 penalizaciones en la parrilla.
La decisión de los comisarios de la FIA se deriva del descubrimiento de un sensor ilícito instalado por tres equipos para monitorear el flujo de aire durante la prueba de pretemporada de tres días en el Circuito de Barcelona-Catalunya. Kush Maini y Jak Crawford de DAMS, Alex Dunne y Amaury Cordeel de Rodin, y Sami Meguetounif y Max Esterson de Trident son los desafortunados que soportan el peso de esta decisión.
Según los comisarios, el Campeonato de Fórmula 2 opera bajo el principio de chasis único y motor único, donde los datos aerodinámicos son ofrecidos a todos los equipos por el fabricante del chasis. Las regulaciones técnicas restringen estrictamente cómo se puede medir el flujo de aire externo. Además, las modificaciones de partes solo están permitidas de acuerdo con las regulaciones, manuales de usuario o un boletín técnico. La instalación de un sensor, que incluye el tubo para transmitir la presión del aire y el sensor, está estrictamente prohibida.
Los comisarios elaboraron además que los datos recogidos de los sensores de presión de flujo de aire externo podrían utilizarse para obtener más información sobre el rendimiento aerodinámico del coche en diferentes condiciones de pista. Los equipos habían solicitado previamente permiso para tales prácticas al Delegado Técnico, pero este había sido consistentemente denegado.
Los comisarios fueron alertados sobre esta violación al final del segundo día de pruebas. Sin embargo, no pudieron determinar la extensión de los datos recopilados por los equipos. Expresaron su preocupación de que la violación de datos podría otorgar a estos equipos una ventaja competitiva duradera, no solo para la temporada en curso, sino potencialmente para la vida útil del chasis específico.
Aunque los pilotos escaparon de puntos de penalización, la FIA impuso una multa de €10,000 a cada uno de DAMS, Rodin y Trident. También propusieron una prohibición a cada equipo de un día de una próxima prueba de F2 antes de la segunda ronda en Baréin. Los comisarios también sugirieron que el delegado técnico anime a otros equipos a solicitar permiso para usar sensores similares en la prueba de Baréin.