Las sesiones de práctica del viernes para el opener de Fórmula 1 2025 en el Gran Premio de Australia ofrecieron un vistazo tentador a las capacidades de cada vehículo del equipo. El tiempo pasado observando desde la pista proporcionó importantes conocimientos sobre las características de rendimiento de los diez coches, cada uno exhibiendo fortalezas y debilidades únicas bajo el duro escrutinio de la primera ronda de la temporada.
El McLaren MCL39 destacó en particular, su rendimiento ofreció un argumento convincente sobre por qué se ha convertido en el vehículo de elección en la pista. Las fortalezas del coche son numerosas: un robusto tren delantero, una rotación impresionante y una excelente adherencia que brinda a los pilotos la confianza para acelerar de manera decisiva. El coche se desempeñó bien en general, con solo Lando Norris experimentando un pequeño contratiempo al salir de la Curva 12. El rendimiento del viernes sugiere que Norris podría ganar cómodamente un Gran Premio en seco, mientras que su compañero de equipo Oscar Piastri también parecía tener un buen control del vehículo.
El rendimiento de Ferrari fue una mezcla, demostrando fuerza y consistencia, particularmente con Charles Leclerc al mando. Sin embargo, lapsos esporádicos indicaron posibles limitaciones, como una leve inestabilidad en las entradas a las curvas lentas, dificultades con la rotación del coche y ocasionales subvirajes. A pesar de estas críticas menores, Ferrari sigue siendo un contendiente formidable, con Leclerc potencialmente en la carrera por la pole position si el equipo puede optimizar su vehículo aún más.
Red Bull tuvo un rendimiento contrastante el viernes, con Max Verstappen demostrando una velocidad notable en la rápida Curva 6. Sin embargo, las curvas más lentas plantearon desafíos más significativos, con el coche sin responder tan positivamente como Ferrari o McLaren. La experiencia de Liam Lawson sugirió un indicio de inestabilidad trasera, lo que subraya aún más la lucha del equipo por mantener un equilibrio consistente a través de diferentes velocidades de curva.
Mercedes siguió siendo un espectáculo constante, con el enfoque agresivo del novato Kimi Antonelli como un punto destacado. Al igual que en Bahréin, el W16 exudaba confianza, pero no estaba exento de peculiaridades. Las observaciones de deslizamientos traseros en la Curva 13 y los casos de bloqueo delantero, reminiscentes de Bahréin, señalaron áreas potenciales para mejorar.
El rendimiento del equipo Aston Martin fue revelador, con luchas notables por la tracción y deslizamientos a media curva. Aunque la estabilidad del coche parece haber mejorado, carecía de la adherencia necesaria para competir al más alto nivel. Alpine también parecía menos competitivo que en Bahréin, con señales claras de quedarse sin agarre antes que sus rivales.
El coche de Haas, aunque no particularmente llamativo, no mostró fallos importantes, lo que sugiere un posible aumento de ritmo para la carrera del sábado. Mientras tanto, Racing Bulls mostró una mejora constante, con los pilotos exudando confianza en su vehículo. Williams parecía competitivo, con ambos pilotos demostrando acciones agresivas y decisivas.
El equipo Sauber, que tuvo un comienzo difícil en la prueba de Bahréin, mostró una mejora considerable durante las sesiones de práctica en Melbourne. A pesar de la inestabilidad ocasional, Sauber parece haberse transformado de un coche rezagado a un posible contendiente para Q2.
Las observaciones detalladas desde la pista ofrecen una gran cantidad de información sobre el rendimiento y el potencial de cada vehículo del equipo. A medida que avanza la temporada de F1 2025, las fortalezas, debilidades y mejoras observadas durante estas sesiones de práctica desempeñarán un papel fundamental en la configuración de la competencia.