La carrera en el Phoenix Raceway fue un verdadero thriller, con la línea de meta a solo 0.049 segundos cuando Denny Hamlin concedió la derrota a su compañero de equipo, Christopher Bell. Este fue uno de los finales más ajustados en la historia del Phoenix Raceway, y la frustración fue evidente en la reacción cargada de expletivos de Hamlin a través de la radio. La victoria de Bell marcó su tercera victoria consecutiva en la era Next-Gen, un logro conseguido utilizando el mismo equipo que Hamlin, lo que solo añadió sal a la herida de Hamlin.
Una vez que el polvo de la carrera se asentó, la respuesta emocional cruda de Hamlin sirvió como una ventana a sus sentimientos más profundos sobre la carrera y su desempeño. Mientras desglosaba sus acciones en su podcast, Actions Detrimental, Hamlin admitió que su frustración no solo provenía de la derrota, sino de su percepción de no haber hecho lo suficiente para asegurar una victoria. Reflexionó sobre el momento crucial en la Curva 3, donde tomó una línea menos agresiva a pesar de estar ligeramente delante de Bell.
Esta decisión, cree Hamlin, le costó la carrera. Podría haber adoptado un enfoque más combativo, obligando a Bell a retroceder o arriesgarse a perder el control, lo que le habría proporcionado a Hamlin una ventaja crucial en la salida de la Curva 4. En cambio, su decisión de competir limpiamente le dio a Bell la oportunidad de superarlo. Bell aprovechó al máximo esto, utilizando a su compañero de equipo para avanzar en la pista, para gran pesar de Hamlin.
Las reflexiones de Hamlin revelan una verdad conmovedora sobre los coches Next-Gen. Destacó su capacidad para proporcionar a un piloto una ventaja significativa cuando está en el lado bajo, una habilidad que Bell parece haber dominado. Desde su maniobra en la línea alta en Atlanta hasta su estrategia táctica de neumáticos en el circuito de las Américas, Bell ha demostrado su versatilidad. La victoria en el Phoenix Raceway, donde utilizó la línea interior de un óvalo plano para vencer a Hamlin, confirma aún más su destreza con el coche Next-Gen.
Surge la pregunta, ¿por qué Hamlin, conocido por su estilo de conducción agresivo, eligió evitar una colisión en Phoenix? La respuesta radica en el hecho de que, a pesar de su espíritu competitivo y su creciente frustración por su racha de 29 carreras sin victorias, Bell es su compañero de equipo. Las maniobras agresivas previas de Hamlin, como hacer que Chase Elliott derrapara en la carrera de playoffs de 2017 en Martinsville y afectar las posibilidades de Kyle Larson de ganar en Pocono en 2023, no fueron en contra de compañeros de equipo. Esta diferencia en el enfoque demuestra el respeto de Hamlin por la dinámica del equipo, incluso mientras lucha con el deseo de ganar.
En medio de esta introspección, Hamlin también expresó sus opiniones sobre la introducción de un neumático de opción más blando por parte de Goodyear en el Phoenix Raceway. Esta iniciativa tenía como objetivo mejorar la experiencia de carreras promoviendo el desgaste de los neumáticos y creando más oportunidades de adelantamiento. Hamlin, un defensor de largo tiempo de los neumáticos más blandos, elogió el movimiento pero expresó su deseo de que estos neumáticos se convirtieran en el neumático principal en lugar de permanecer como opcionales. Este sentimiento es compartido por NASCAR, que está considerando este cambio para la carrera del Campeonato en Phoenix.
A medida que avanza la temporada de carreras, todos los ojos estarán puestos en Hamlin. ¿Ajustará su estrategia para asegurar más victorias? ¿Podrá equilibrar su espíritu competitivo y la necesidad de mantener una imagen de carrera limpia? ¿Y escuchará Goodyear el consejo de Hamlin y hará que el compuesto de neumático más blando sea la opción principal para las carreras? Mientras anticipamos las respuestas a estas preguntas, una cosa es segura: el mundo de las carreras sigue siendo tan emocionante e impredecible como siempre.