A pesar de sus intenciones iniciales de mantenerse al margen y evitar problemas en la pista, la piloto británica de automovilismo Katherine Legge se encontró en problemas durante la carrera de la NASCAR Cup Series en Phoenix. La carrera Shriner’s Children 500 resultó ser un bautismo de fuego para la experimentada piloto, quien estaba haciendo su debut en la Cup Series.
Legge, no ajena a las carreras, ha estado activa este año, participando tanto en el Chili Bowl como en la carrera ARCA en Daytona. Sin embargo, su tan anticipado debut en la Cup Series estuvo empañado por problemas recurrentes. Pilotando el auto No. 78 de Live Fast Motorsports, Legge comenzó la carrera en la 37ª posición. Pero solo cuatro vueltas después, se salió de la pista en la Curva 2 al final del pelotón, desencadenando una cadena de eventos desafortunados.
A pesar del contratiempo inicial, Legge logró mantener su auto en la pista. Sin embargo, las frecuentes paradas en pits debido a problemas recurrentes con su vehículo llevaron a un decepcionante 30º lugar DNF (No terminó). Reflexionando sobre la carrera, compartió: «Fue un comienzo realmente difícil. Se cometieron errores, pero aprendí mucho y espero poder volver y hacerlo de nuevo.”
Los problemas no se detuvieron ahí. En la vuelta 214, Legge se salió de la Curva 2 una vez más mientras era superada por Josh Berry. Esto resultó en una colisión con Daniel Suarez, causando daños significativos en la parte delantera de su auto. A pesar del mal comienzo y los problemas subsiguientes, Legge mantuvo una perspectiva positiva, afirmando que su equipo había encontrado algo de ritmo a lo largo de la carrera.
Además de los desafíos en la pista, la carrera de Legge también estuvo marcada por la importancia de su participación. Las mujeres en NASCAR han sido pocas y distantes entre sí, siendo Legge solo la octava mujer en competir en la era moderna de NASCAR. Además, fue la primera mujer en participar en una carrera de la Cup Series en siete años, después de la participación de Danica Patrick en el Daytona 500 de 2018.
El debut de Legge se destacó aún más por el hecho de que coincidió con el fin de semana del Día Internacional de la Mujer. A pesar de su intención inicial de «pasar desapercibida» en su primera carrera de la Copa, el momento de la carrera y la ocasión hicieron imposible que mantuviera un perfil bajo.
A pesar de los diversos contratiempos y expectativas no cumplidas, la determinación y resiliencia de Katherine Legge permanecen inquebrantables. La piloto británica está ansiosa por volver a la pista y dejar su huella en el mundo de NASCAR. Su desempeño, a pesar de los desafíos, ha despertado curiosidad sobre cómo le iría en un circuito de carretera más convencional que se adapte a su estilo de conducción.
La experiencia de Legge sirve como testimonio de su valentía y dedicación al deporte. Aunque no logró el resultado deseado en su debut en NASCAR, es optimista sobre su futuro en el deporte. Su persistencia y actitud positiva, junto con su innegable habilidad en la pista, la convierten en una piloto a tener en cuenta en futuros eventos de NASCAR.