Phoenix Raceway, el sagrado campo de batalla de NASCAR que ha coronado leyendas como Chase Elliott, Kyle Larson, Joey Logano y Ryan Blaney, ha puesto fin a su impresionante racha de siete carreras con entradas agotadas que se extendió desde 2020 hasta 2024. El encanto de la pista del desierto, que una vez magnetizó a los fanáticos y vendió consistentemente todas las gradas, aparentemente ha perdido su atractivo, como lo evidencian los asientos vacíos observados durante la primera carrera de la campaña de 2025.
En un giro sorprendente, la presidenta de Phoenix Raceway, Latasha Causey, que anteriormente se regocijaba en la racha ininterrumpida de entradas agotadas de la pista, no tuvo una multitud agotada que anunciar esta vez. Esto marca un cambio significativo para el circuito, que no había visto un evento de la Serie Cup sin venderse desde 2019. Notablemente, el insider de NASCAR Jeff Gluck rompió la noticia, tuiteando: «Phoenix no anunció una multitud agotada hoy. Rompe una racha de siete ventas agotadas consecutivas, que creo que había sido la más larga en NASCAR.»
El abrupto final de esta racha ha generado una miríada de reacciones de la comunidad de NASCAR. Algunos fanáticos atribuyen la disminución de la asistencia al dominio del Team Penske, con el equipo asegurando las últimas tres carreras de campeonato celebradas en Phoenix Raceway. Sin embargo, con Christopher Bell llevándose el trofeo tanto en la carrera de hoy como en la carrera de primavera anterior, esto podría ser un signo de tiempos cambiantes en el óvalo de dogleg.
Otros han expresado opiniones más drásticas, sugiriendo que es hora de trasladar la carrera del campeonato a otro lugar. Este sentimiento ecoa las palabras del Campeón de la Serie Cup 2014, Kevin Harvick, quien el año pasado propuso un lugar rotativo para la carrera del campeonato, incluyendo Las Vegas, Phoenix y Homestead.
Factores como el clima y las finanzas también influyen en la asistencia a Phoenix. Algunos aficionados prefieren guardar su viaje a Phoenix para el fresco fin de semana de campeonato en noviembre. Sin embargo, una preocupación más apremiante ha sido el rendimiento del auto Next-Gen en el circuito. El vehículo ha enfrentado varios problemas, desde aire sucio hasta una falta de adelantamientos, lo que ha llevado a prolongados períodos de conductores liderando hasta que una bandera amarilla o una parada en boxes inician un cambio de liderazgo.
A medida que se asienta el polvo sobre este reciente desarrollo, abundan las preguntas. ¿Está perdiendo encanto el Phoenix Raceway? ¿Es el fin de la racha de entradas agotadas un signo de tiempos cambiantes? ¿Debería reducirse el número de carreras en Phoenix a una por año? Solo el tiempo lo dirá. Pero por ahora, está claro que el Phoenix Raceway, una vez la joya de la corona de NASCAR, está lidiando con una dura realidad agridulce.