En noviembre de 2012, el mundo de NASCAR fue testigo de un enfrentamiento lleno de adrenalina entre los gigantes de las carreras Jeff Gordon y Clint Bowyer en el Phoenix Raceway. La penúltima carrera de la temporada, el AdvoCare 500, ya era un espectáculo emocionante, con Jimmie Johnson, Brad Keselowski y Bowyer luchando por el Campeonato de la Serie de la Copa. Sin embargo, fue el choque ardiente entre Gordon y Bowyer lo que grabaría esta carrera en la historia de NASCAR.
A medida que la carrera se acercaba a su conclusión dramática, en la vuelta 310, la tensión aumentó cuando los autos de Bowyer y Gordon hicieron contacto. La colisión llevó al auto de Gordon a chocar contra la pared. Los oficiales de NASCAR, considerando a Gordon responsable del incidente, decidieron aparcarlo. La decisión no fue bien recibida por el campeón de NASCAR en cuatro ocasiones, quien, impulsado por la rabia, decidió saldar cuentas en la pista misma.
La represalia de Gordon fue rápida y feroz. Intencionalmente, giró el auto No. 15 de Bowyer, haciendo que este se deslizara hacia la pared exterior. El icónico auto Dupont sufrió daños significativos, lo que llevó a NASCAR a mostrarle la bandera negra a Gordon. Aún así, el campeón cuatro veces estaba decidido a igualar las cuentas con Bowyer.
El drama no terminó ahí. Cuando Gordon salió de su auto en el garaje, fue confrontado por el equipo de pits del No. 15. Acusándolo de destruir las aspiraciones de campeonato de Bowyer, estalló una intensa pelea entre los equipos de pits de ambos conductores.
Bowyer, al darse cuenta de que sus sueños de campeonato se desvanecían, estaba furioso. Corrió a través de la pista hacia el box de pits de Gordon, listo para confrontarlo por sus acciones. Sin embargo, antes de que pudiera llegar a Gordon, los oficiales intervinieron.
Las consecuencias de este intercambio acalorado fueron severas. NASCAR impuso una multa considerable de $100,000 a Gordon, le descontó 25 puntos de piloto y lo puso en probation hasta el final del año. El jefe de equipo de Bowyer, Brian Pattie, también enfrentó una multa de $25,000 y probation hasta diciembre, mientras que el jefe de equipo de Gordon, Alan Gustafson, recibió una penalización similar. El propietario del equipo, Rick Hendrick, fue sancionado con 25 puntos de propietario.
Al reflexionar sobre el incidente, Gordon declaró: “Clint se ha cruzado conmigo numerosas veces durante este año y simplemente tuve suficiente y le devolví el favor,” refiriéndose a un incidente anterior entre los dos en Martinsville.
A pesar de su intensa rivalidad en la pista, Gordon y Bowyer han logrado transformar su relación fuera de ella. En 2021, Bowyer se unió a FOX como comentarista donde Gordon ya estaba trabajando. Su relación evolucionada es un testimonio de la naturaleza dinámica de las relaciones en NASCAR.
Su banter en el aire a menudo incluye bromas juguetonas y referencias a su infame incidente en Phoenix 2012, lo que indica que su rivalidad se ha convertido en una relación amistosa. Bowyer una vez bromeó durante una transmisión: “Hay tu lado, y hay mi lado, y luego mi lado tiene razón, y luego está la verdad… Tu lado está literalmente fuera de tu mente,” refiriéndose a su ‘incidente.’
La saga de Gordon y Bowyer sirve como una fascinante visión del mundo de las carreras de alto riesgo. Subraya que las emociones están a flor de piel en este intenso deporte, pero al final del día, amistades inesperadas pueden surgir de rivalidades amargas.