Los pilotos de Fórmula 1 han alcanzado niveles sin precedentes de unidad, según George Russell, el piloto británico y director de la Asociación de Pilotos de Grandes Premios (GPDA) desde 2021. Esta solidaridad surge en un momento de creciente fricción con Mohammed Ben Sulayem, el presidente de la Federación Internacional del Automóvil (FIA).
Las tensiones entre los pilotos y el presidente de la FIA se encendieron el otoño pasado, tras la sanción impuesta a Max Verstappen por usar lenguaje grosero durante una conferencia de prensa en Singapur, lo que resultó en una condena de servicio comunitario. Este incidente no fue aislado, ya que el piloto de Ferrari, Charles Leclerc, también enfrentó acciones disciplinarias por una violación similar en el Gran Premio de la Ciudad de México, aunque recibió una multa monetaria.
Estas sanciones se produjeron tras la enmienda del Código Deportivo Internacional de la FIA, que ahora restringe severamente a los pilotos el uso de lenguaje explícito. Sulayem justificó esta política al afirmar que los pilotos deberían abstenerse de hablar como «rappers». Sin embargo, estos comentarios no fueron bien recibidos por los pilotos, y Verstappen optó por organizar sus propias conferencias de prensa y proporcionar respuestas mínimas en las oficiales. Lewis Hamilton, por su parte, especuló sobre matices raciales en los comentarios de Sulayem.
En respuesta, la GPDA emitió un comunicado instando al presidente emiratí a reconsiderar su elección de palabras y tono. El sindicato de pilotos se está preparando para impugnar las sanciones impuestas por Sulayem, y recientemente, Carlos Sainz ha sido nombrado director de la GPDA para ayudar en este esfuerzo.
Russell dio la bienvenida calurosamente al nombramiento de Sainz y elogió su experiencia y sabiduría. Expresó su alivio al tener otro piloto con quien compartir responsabilidades, especialmente desde que la retirada de Sebastian Vettel lo dejó como el único director durante los últimos años.
Russell enfatizó además que la unidad entre los 20 pilotos es más fuerte que nunca, especialmente en medio de problemas fuera de la pista. También expresó confianza en que la voz experimentada de Sainz sería una adición valiosa a la GPDA.
A medida que la comunidad de F1 continúa lidiando con estos temas controvertidos, está claro que los pilotos se están uniendo para asegurar que sus voces sean escuchadas. Esta unidad, aumentada por la incorporación de Sainz al liderazgo de la GPDA, podría ser un cambio de juego para el deporte. El futuro de la F1 podría depender en gran medida de la fuerza de esta solidaridad y de la respuesta colectiva de los pilotos a las políticas de la FIA.