La temporada de IndyCar 2025 cobró vida con una sorprendente victoria de Alex Palou, quien desafió las probabilidades y silenció las eternas preguntas que han acosado el inicio de cada temporada: ‘¿Puede alguien igualar a Palou?’ y ‘¿Tiene algún talón de Aquiles?’
Este pasado domingo, Palou puso fin a estas dudas, emergiendo como el caballo oscuro en St. Petersburg y dejando a una multitud de veloces y desconcertados corredores en su estela. La clasificación final vio a Palou en la cima, seguido por Scott Dixon y Josef Newgarden.
Un inesperado movimiento táctico temprano dejó a Scott McLaughlin de Penske, quien parecía ser el piloto más rápido en la pista, en la estacada. Mientras tanto, una estrategia de parada en pits ingeniosamente ejecutada permitió a Palou robar el espectáculo a su compañero de equipo de Ganassi, Scott Dixon, un piloto veterano que aún no ha logrado una victoria en esta pista.
Josef Newgarden de Penske ascendió desde la décima posición en la parrilla para cerrar una brecha de cinco segundos detrás de Palou, casi superando el sombrío espectro de su descalificación el año pasado. Esta historia fue un tema importante de conversación de la temporada pasada.
También teníamos los ojos puestos en Pato O’Ward de McLaren y cómo le iría a su nuevo compañero de equipo contra él. La respuesta llegó en la forma de Christian Lundgaard, quien implementó una estrategia poco convencional que brilló durante una parte significativa de la carrera. Sin embargo, un cambio tardío de neumáticos resultó ser su perdición.
La carrera fue fuertemente influenciada por una batalla de compuestos de neumáticos y una precaución temprana, que pareció favorecer a un lado. Un choque al inicio de la carrera permitió que los coches con neumáticos más blandos hicieran una parada en pits, obligando a aquellos con neumáticos más duros a correr a toda velocidad más tarde en la carrera.
Fue Will Power de Penske quien provocó la precaución tras una colisión con Nolan Siegel. El típico efecto acordeón de la vuelta uno en St. Pete en la Curva 3 absolvió algo a Power de culpa. El campeón de Indy NXT, Louis Foster, también se vio atrapado en el caos en su debut en IndyCar con Rahal Letterman Lanigan.
Colton Herta, quien comenzó segundo para Andretti, lideró a los que pitaban temprano, pero una segunda parada lenta y un problema recurrente de combustible empañaron su carrera. Dixon logró superar a Newgarden durante esta parada, asegurando la delantera.
McLaughlin estaba dominando al frente, pero eligió cambiar a neumáticos más suaves en su primera parada, mientras que Lundgaard optó por quedarse con neumáticos duros hasta el final. Esto trajo a juego tres estrategias diferentes.
Sin embargo, fue Palou quien emergió victorioso, superando a Dixon en la última parada y asombrosamente sacando una ventaja de cuatro segundos que rápidamente extendió a más de cinco segundos.
Newgarden ofreció una lucha enérgica persiguiendo a Palou, pero se quedó corto después de ser superado por Dixon en la última vuelta. La actuación de Dixon fue aún más impresionante ya que corrió sin ninguna comunicación de radio operativa y no tuvo acceso a información vital sobre el consumo de combustible.
A pesar de un decepcionante cuarto lugar, McLaughlin mostró un ritmo admirable durante toda la carrera. Herta, sin culpa propia, terminó en el lugar 16. Sus compañeros de equipo de Andretti, Kyle Kirkwood y Marcus Ericsson, hicieron un comienzo prometedor en la temporada, terminando en quinto y sexto lugar respectivamente.
A medida que comienza la temporada de IndyCar 2025, todos los ojos están puestos en Fox Sports, el nuevo operador de la temporada. Su cobertura fluida, encabezada por Will Buxton, James Hinchcliffe y Townsend Bell, promete una temporada emocionante por delante.
Así que, mientras el polvo se asienta en la pista de St. Petersburg, una cosa es clara: Alex Palou ha lanzado el guante, y la nueva era de IndyCar ha comenzado verdaderamente.