Toto Wolff, el Director del Equipo Mercedes, ha intervenido en el candente tema de las groserías en la Fórmula 1, comparando el deporte con la conducta caballerosa del rugby. Expresó sus opiniones sobre el tema en medio de una ola de discusiones provocadas por la introducción de la FIA de una tabla de multas por mala conducta de los pilotos, que ahora incluye «palabras, acciones o escritos que hayan causado daño moral o pérdida a la FIA» en entornos oficiales.
Al hacer comparaciones con la naturaleza digna y respetuosa del rugby, Wolff pidió a la FIA que trace una línea clara entre el uso de un lenguaje colorido por parte de los pilotos dentro de sus vehículos y su conducta fuera de ellos. Afirmó que, si bien no está a favor de censurar a los pilotos, se debe tener en cuenta el contexto de sus groserías.
El Campeonato Mundial de Rally ya ha visto reacciones en contra de esta nueva medida disciplinaria, tras una fuerte multa de €10,000 impuesta a Adrien Formaux por una conferencia de prensa llena de exclamaciones groseras a principios de este año. Si se aplicaran regulaciones similares en la Fórmula 1, los pilotos podrían enfrentar consecuencias financieras aún más severas, una perspectiva que ha generado un amplio debate.
Wolff, en una rueda de prensa en Bahréin que incluyó a PlanetF1.com, amplió su postura, enfatizando que la tensión del momento durante una carrera podría llevar a los pilotos a usar malas palabras, y que tales estallidos deberían ser pasados por alto. Sin embargo, argumentó que en entornos oficiales, como las conferencias de prensa, los pilotos deberían adherirse a un estándar más alto debido a su estatus como modelos a seguir.
«Somos un deporte de caballeros,» declaró Wolff, destacando la naturaleza de alta tecnología de la Fórmula 1 y su diferencia con los deportes convencionales. «En rugby, nadie jamás diría una palabra a un oficial, y no creo que debamos estar insultando a los oficiales tampoco.»
Wolff argumentó sobre la importancia del respeto – hacia los competidores, oficiales y miembros del equipo – y la necesidad de evitar insultos. Él siente que hay una diferencia significativa entre usar un lenguaje fuerte como reacción a la propia conducción y dirigirlo hacia otro piloto, un oficial o un miembro del equipo.
Mientras Wolff está en contra de silenciar a los pilotos y sus emociones, sostiene que debería haber una clara distinción entre lo que se dice en el calor del momento dentro de un coche y lo que se expresa durante entrevistas o conferencias de prensa. Siempre que no sea irrespetuoso o insultante hacia otra persona, él cree que tales explosiones dentro del coche deberían ser pasadas por alto, pero deja claro que en entornos más oficiales, los pilotos deberían mantener la imagen caballeresca del deporte.
Con las recientes regulaciones de la FIA y los debates que han surgido, la línea entre la pasión y el profesionalismo en la Fórmula 1 está destinada a ser más definida. Y a medida que se desarrollan las pruebas de F1 2025 en Bahréin, queda por ver cómo este ‘deporte de caballeros’ continuará evolucionando su conducta tanto dentro como fuera de la pista.