En una tormenta de controversia que rodea el reciente Ambetter Health 400 en el Atlanta Motor Speedway, una de las figuras más legendarias de NASCAR, Richard ‘The King’ Petty, ha optado por permanecer en la periferia, haciendo una fuerte declaración sobre la inconsistencia en la arbitraje del deporte.
La carrera terminó en controversia en lugar de celebración, ya que los oficiales de NASCAR levantaron la bandera de precaución en la última vuelta. La decisión desató un intenso debate entre pilotos, dueños de equipos y aficionados. En medio de la cacofonía de opiniones, la voz de Petty se destacó, cuestionando la consistencia del arbitraje de NASCAR.
Algunos pilotos, como Denny Hamlin y Kevin Harvick, se alinearon con NASCAR, argumentando que la bandera de precaución en la última vuelta, que le dio la victoria a Christopher Bell, previno un posible caos. Señalaron el incidente que involucró a Corey LaJoie en Talladega el año pasado, cuando el coche de LaJoie completó la carrera con dos neumáticos sin tocar la pista. Para ellos, el elemento de seguridad es crucial en estas decisiones de fracción de segundo.
Sin embargo, Petty, un veterano del deporte, eligió no participar en el debate, indicando su ambivalencia hacia los métodos de arbitraje actuales. Las banderas de precaución pueden haber evolucionado significativamente desde los días de carrera de Petty, pero argumentó que su implementación sigue siendo frustrantemente inconsistente.
La controversia alcanzó su punto culminante durante la última vuelta del Ambetter Health 400. Los oficiales agitaron la bandera de precaución tras un choque en la recta trasera, congelando el grupo y otorgando la victoria a Bell. Los aficionados denunciaron la decisión, sintiéndose robados de lo que podría haber sido un emocionante final fotográfico. Este sentido de frustración se vio exacerbado por las decisiones aparentemente contradictorias de NASCAR en las últimas semanas.
Hablando con Dale Inman, Petty expresó sus preocupaciones: «En una carrera tiran la bandera, en la siguiente no tiran la precaución.» Expresó su alivio por no tener que tomar tal decisión, criticando sutilmente los métodos de arbitraje actuales sin añadir a la narrativa frenética.
Petty explicó aún más su postura al señalar la inconsistencia en cómo se implementan las banderas amarillas. Dijo: «Si estás en medio de la multitud y tienes un accidente, puedo ver que lanzan una bandera amarilla. Pero si es al final de la carrera que se está ejecutando, no puedo ver que lancen una bandera amarilla.» Notó que NASCAR probablemente lanzará una bandera amarilla cuando ocurra un choque entre los coches líderes o en el medio del pelotón, como sucedió en Atlanta, pero las 500 Millas de Daytona fueron una historia diferente.
Una controversia similar se desarrolló en las 500 Millas de Daytona solo unas semanas antes, cuando los oficiales decidieron no detener la carrera tras el dramático accidente aéreo de Ryan Preece hasta que el líder había cruzado la línea de meta. Tales contradicciones han llevado a los aficionados y a los pilotos a cuestionar qué constituye realmente una situación digna de bandera amarilla.
Las inconsistencias en la arbitraje entre las carreras de Daytona y Atlanta han levantado cejas. Sin embargo, los expertos de NASCAR en el podcast Halluer Talk explicaron que los resultados dispares pueden atribuirse a las características únicas de cada pista de carreras.
Amanda Ellis, una de las expertas, explicó que el tamaño de la pista de carreras y los recursos de seguridad disponibles juegan un papel significativo en la toma de decisiones al final de la carrera. Daytona, por ejemplo, tiene nueve recortes, mientras que Atlanta solo tiene cuatro. Nate Ryan agregó que es un desafío para NASCAR mantener la consistencia en diferentes pistas.
Si bien NASCAR ciertamente tiene una tarea desafiante, los aficionados y los pilotos apreciarían un patrón más predecible, especialmente en el caso de accidentes en la última vuelta. A medida que el debate continúa, la audaz declaración de Petty sirve como un recordatorio de la necesidad de consistencia en el arbitraje de NASCAR.