En la secuela de una severa penalización emitida a su equipo Joe Gibbs Racing tras el Daytona 500, el piloto Chase Briscoe se mantiene resuelto. Su optimismo está arraigado en el proceso de apelación en curso. Aunque la situación no es ideal, Briscoe cree que no descarrilará su temporada incluso si la apelación no resulta a su favor.
Expresando su gratitud por la oportunidad de apelar, Briscoe compartió sus esperanzas de un resultado positivo durante una interacción en el Atlanta Motor Speedway durante el fin de semana. La polémica penalización involucró una modificación a una pieza de fuente única, el alerón del coche No. 19 de Briscoe, que fue señalado durante una inspección por el Centro de I+D de NASCAR.
Las consecuencias fueron severas: una deducción de 100 puntos, una multa de $100,000 y una pérdida de 10 puntos de playoffs. Además, James Small, el jefe de equipo de Briscoe, enfrenta una suspensión de cuatro carreras de la Copa. Sin embargo, como el proceso de apelación está en marcha, la suspensión de Small se pospone. NASCAR aún no ha anunciado la fecha de la apelación.
Esta penalización llega temprano en la carrera de Briscoe con Joe Gibbs Racing, y una apelación fallida podría llevar a una ausencia de un mes tanto de Briscoe como de Small de la competición, un posible retroceso para el impulso y la camaradería del equipo.
A pesar de admitir el momento desfavorable y el impacto potencial, Briscoe se mantiene confiado en la profundidad de talento en JGR, insinuando a personas como Chris Gabehart, el director de competición, y otros que podrían intervenir. Sin embargo, enfatizó la importancia de mantener su química incipiente con Small, un aspecto integral de su estrategia al inicio de la temporada.
Un experimentado jefe de equipo de la Copa, Gabehart pasó previamente seis temporadas con Denny Hamlin. Después de la penalización, Briscoe se encuentra en una posición precaria, con un déficit de 67 puntos y una pérdida de 10 puntos de playoffs. Sin embargo, él prospera en la adversidad y ve su nuevo rol en JGR como una situación de ganar o ganar, sugiriendo que este revés no altera necesariamente su perspectiva.
La penalización aprieta las cuerdas, dejando poco espacio para errores. Similar a su experiencia en Stewart-Haas Racing el año pasado, cuando una penalización en verano lo obligó a asegurar su lugar en los playoffs en la última carrera de la temporada regular, Briscoe se da cuenta de que él y su equipo no pueden permitirse una temporada difícil.
Si la apelación no tiene éxito, eliminaría su margen de maniobra, como dice Briscoe, sus «mulligans». Cualquier rendimiento pobre o DNFs podría poner en peligro sus perspectivas de playoffs. A pesar de estos posibles obstáculos, Briscoe sigue comprometido con ganar, un requisito vital para cualquier contendiente al campeonato que aspire a asegurar un lugar en los playoffs. En medio de estos desafíos, está claro que el espíritu del piloto permanece inquebrantable y su determinación inquebrantable.