El micrófono de Gordon Ramsay se cortó tras comentarios explosivos sobre la nueva prohibición de groserías
El famoso chef Gordon Ramsay, conocido por su temperamento ardiente y su lenguaje colorido, tuvo su micrófono abruptamente cortado durante el evento del 75 aniversario de la Fórmula 1 en el O2 Arena de Londres el martes por la noche. El incidente ocurrió después de que Ramsay compartiera sus pensamientos sobre las recién introducidas «reglas de groserías», que entrarán en vigor para la temporada 2025.
Las controvertidas regulaciones, que buscan poner un alto al lenguaje vulgar y a las críticas hacia el organismo rector del deporte, la FIA, se han convertido en uno de los temas más candentes antes de la nueva temporada de F1. Los pilotos ahora enfrentan multas considerables e incluso prohibiciones de carrera si utilizan groserías repetidamente o hacen comentarios despectivos sobre la FIA. Estas sanciones provienen directamente de la iniciativa del presidente de la FIA, Mohammed Ben Sulayem, para restaurar la autoridad de la organización dentro del deporte.
Ramsay, un entusiasta conocido de la F1, no se contuvo al ser preguntado sobre la nueva regla. Mientras discutía apasionadamente las presiones de las carreras de F1, soltó sus habituales exclamaciones. «Están arriesgando su vida cada vez, viajando a más de 200 mph. Así que, si la s**t golpea el ventilador…» dijo Ramsay, solo para ser interrumpido cuando el sonido se cortó abruptamente, dejando al público en un estado de confusión y diversión.
El repentino corte del micrófono fue recibido con reacciones mixtas por parte del público, destacando la tensión que se está gestando entre los involucrados en el deporte y las nuevas regulaciones impuestas. Ramsay, quien tiene una reputación por desafiar los límites tanto en su cocina como en su carrera televisiva, parecía no estar intimidado por la última represión de la FIA.
Una Nueva Era de Censura en la F1
Las nuevas reglas sobre maldiciones han causado revuelo en la comunidad de la F1, creando una división entre la FIA, los pilotos y los aficionados. La restricción, que entró en vigor esta temporada, ha llevado a una reacción negativa, particularmente de Max Verstappen, quien fue uno de los primeros pilotos de alto perfil afectados por las reglas. Verstappen, que fue criticado por maldecir por radio del equipo durante el Gran Premio de Singapur 2024, ha calificado la decisión de la FIA como «innecesaria.»
Estas sanciones más estrictas implican una multa de 40,000 € por una primera ofensa, que se eleva a 80,000 € y una suspensión de un mes por una segunda violación, y 120,000 €, una suspensión de un mes completo, y una deducción de puntos del campeonato por una tercera. Sin embargo, el alcance de las regulaciones va mucho más allá de solo las maldiciones. El personal de la F1 ahora enfrenta sanciones por comportamientos que podrían causar daño moral, incitar a la violencia, o violar la neutralidad de la FIA con declaraciones políticas, religiosas o personales.
El endurecimiento de los controles sobre el discurso ha planteado preguntas sobre la cultura futura del deporte, especialmente con la creciente insatisfacción tanto de los pilotos de F1 como de los aficionados. A pesar de estas preocupaciones, Formula 1 Group, los operadores del deporte bajo Liberty Media, se ha mantenido en silencio sobre el asunto, dejando a muchos especular si las nuevas directrices tendrán un efecto adverso y alienarán aún más a los pilotos.
Las Pruebas Comienzan, pero las Tensiones Son Altas
Con la prueba de pretemporada a punto de comenzar en Bahréin la próxima semana y la apertura de la temporada 2025 programada del 14 al 16 de marzo en Melbourne, la atmósfera que rodea la F1 está cargada de incertidumbre. Si bien se han introducido las reglas con el objetivo de proteger la imagen del deporte y reforzar la autoridad de la FIA, queda por ver si crearán más tensión de la que resolverán.
A medida que comienza la temporada, los aficionados a la F1 y los pilotos estarán observando de cerca, ya que las consecuencias de estas nuevas reglas podrían moldear el futuro mismo de la cultura e identidad de la Fórmula 1. ¿Tendrá éxito la FIA en su represión, o el espíritu rebelde del deporte resultará ser demasiado fuerte para ser domado? La respuesta está a la vuelta de la esquina.