En el mundo de NASCAR, Denny Hamlin ha sido durante mucho tiempo una figura que divide opiniones. A menudo el objetivo de abucheos y críticas por su personalidad ardiente y acciones a veces controvertidas, Hamlin ha logrado forjar una reputación como el «conductor que los fans aman odiar». Pero en un giro sorprendente, la reciente crítica mordaz de Hamlin a la Daytona 500, combinada con una respuesta menos que estelar de NASCAR, ha provocado una reacción inesperada: una alianza entre Hamlin y los fans que normalmente se burlarían de cada una de sus palabras.
Todo comenzó de manera bastante inocente cuando el oficial de comunicaciones de NASCAR Mike Forde tuiteó de manera burlona sobre un episodio del podcast Hauler Talk, donde «explicaría por qué Hamlin estaba equivocado otra vez». Este tuit encendió una tormenta de reacciones, y en lugar de alinearse con la postura oficial de NASCAR, los fans comenzaron a unirse en torno a la crítica de Hamlin, brindándole un nivel de apoyo sin precedentes.
La Crítica Directa de Hamlin sobre el Declive de Daytona
Hamlin, nunca alguien que endulce sus sentimientos, no se contuvo durante su arrebato. El tres veces ganador de Daytona 500 acusó a la carrera más importante del deporte de haber perdido su ventaja competitiva. Según Hamlin, la Daytona 500—una vez un evento prestigioso que mostraba la habilidad de los mejores conductores y equipos—se había convertido en poco más que un juego de azar. Argumentó que la carrera, ahora en gran medida moldeada por la imprevisibilidad de las carreras en superspeedway, ya no se trataba de la habilidad del conductor, sino de evitar los inevitables accidentes.
“La Daytona 500 solía ser una batalla entre el mejor piloto y el mejor equipo,” dijo Hamlin. “Algunos de los grandes de nuestro deporte podían navegar el tráfico y usarlo a su favor. Ese arte se ha perdido ahora.”
La carrera de este año pareció probar su punto. Después de liderar durante seis vueltas y posicionarse para una posible victoria, Hamlin fue atrapado en un accidente en la última vuelta, un caos provocado por el movimiento agresivo de Cole Custer. Como resultado, Hamlin terminó en 24° lugar, mientras que William Byron—quien comenzó la última vuelta en noveno—se deslizó a través de los escombros para reclamar su segunda victoria consecutiva en la Daytona 500.
La frustración de Hamlin era evidente, ya que lamentaba el estado de las carreras: “Es solo una maldita lotería ahora,” dijo, haciendo referencia a la naturaleza aparentemente aleatoria de las carreras en superspeedway. “Solo tienes que evitar el accidente. Eso no es correr.”
Hamlin no solo estaba molesto por su propia mala suerte—expresó simpatía por Byron, señalando que si se le preguntara, el ganador tendría que explicar su victoria diciendo: “Simplemente no me chocaron.” Esto, argumentó Hamlin, no era la emocionante carrera que los fanáticos solían anticipar. Se han ido los días en que los ganadores podían decir con orgullo: “Mi equipo trajo un coche increíble, tuvimos una gran estrategia, y yo hice la maniobra para ganar la carrera.”
Apuntando al Auto de Nueva Generación y la Era Moderna de NASCAR
El Next-Gen car ha sido un blanco de la ira de Hamlin durante bastante tiempo, y no se contuvo en su crítica. Hamlin cree que el Next-Gen car ha alterado fundamentalmente la dinámica de las carreras en superspeedway, haciendo más difícil para los pilotos demostrar su verdadera habilidad. “Cada coche está plantado en el suelo, por eso estamos yendo por la recta simplemente empujándonos unos a otros”, explicó Hamlin, refiriéndose a los intensos efectos aerodinámicos. Esto ha llevado, según él, a una forma de carrera más cautelosa, donde los pilotos ahorran combustible en anticipación a las últimas vueltas.
“En la era del Next-Gen, ha sido horrendo,” dijo Hamlin de manera contundente. “Las finales han sido malas, y creo que es por… el ahorro de combustible y todo eso. Esa no es mi especialidad, y tengo que aprender a ser mejor en eso.”
El Error de NASCAR Retorna en Su Contra
Sin embargo, la respuesta de NASCAR a la crítica de Hamlin no podría haber estado más fuera de lugar. El tweet de Mike Forde burlándose de Hamlin por su opinión sobre el estado actual del deporte resultó ser despectivo y poco sensible. En lugar de ganar el apoyo de los aficionados, resultó en que los fans respondieran con un apoyo apasionado hacia Hamlin.
“¿Qué tan desconectado tienes que estar de los aficionados para ser tan terco e incluso CONFIADO en que está equivocado?” tuiteó un aficionado. Otro escribió: “No, @dennyhamlin está diciendo lo que los aficionados han estado diciendo y lo que otros pilotos han estado pensando desde hace un tiempo.”
La reacción en contra del despido de NASCAR a la crítica de Hamlin fue rápida e innegable, obligando a muchos a cuestionar si el deporte está desconectado de sus aficionados.
Un Raro Momento de Unidad
En un mundo donde los aficionados de NASCAR están notoriamente divididos, es inusual ver tal desbordamiento de apoyo hacia un piloto como Hamlin. Pero su comentario honesto sobre el estado de las carreras de Daytona 500 y la dinámica de los superspeedways ha resonado claramente con los aficionados que se sienten igualmente desilusionados con el estado actual del deporte.
Este raro momento de unidad entre un piloto y una base de aficionados es tanto revelador como significativo. Los comentarios de Hamlin, aunque controvertidos, han desencadenado una conversación más amplia sobre la dirección de NASCAR, una que parece estar más centrada en la seguridad de los pilotos y el valor de entretenimiento en lugar de la verdadera y cruda competición.
Al final, este episodio ha creado una alianza poco probable que no solo desafía la autoridad de NASCAR, sino que también podría conducir a cambios en la forma en que el deporte aborda sus eventos más importantes. Los aficionados han dejado claro que quieren más que solo supervivencia; quieren carreras competitivas, y las quieren ahora.