Los conductores de NASCAR saben que las carreras no se tratan solo de habilidad bruta, sino también de un poco de suerte. En un deporte tan peligroso e impredecible como NASCAR, los pilotos a menudo recurren a supersticiones y rituales para obtener una ventaja y mantenerse centrados antes de salir a la pista. Para Ryan Blaney, el campeón de la Copa 2023, su rutina previa a la carrera es un ritual personal al que se adhiere religiosamente. La pregunta es: ¿este ritual realmente le da una ventaja, o es solo otra superstición?
Blaney, conocido por su actitud relajada pero competitiva, compartió su ritual en una entrevista con Chipotle, revelando los pasos intrincados que sigue antes de cada carrera: «Tengo que entrar en el auto de la misma manera cada vez. Así que, auriculares, casco, entrar, cinturón de línea, hombro izquierdo, hombro derecho, cinturón de entrepierna, guantes puestos, volante en su lugar, listo para ir.» También mencionó una curiosa superstición: «Los billetes de $50 son de mala suerte en las carreras. No sé por qué, simplemente me lo dijo Richard Petty.»
Supersticiones y Carreras: Una Tradición de Larga Data
El ritual de Blaney no se trata solo de hábito; está arraigado en la rica historia de supersticiones de NASCAR. Desde el color verde «afortunado» hasta el mito que rodea las cáscaras de cacahuate en el garaje, los conductores de NASCAR han confiado durante mucho tiempo en creencias peculiares para ayudarles a sentirse en control de su destino. Curiosamente, el color verde, una vez considerado un mal augurio debido al trágico accidente de Gaston Chevrolet, ha sido adoptado por varios conductores modernos como Darrell Waltrip, Kyle Busch y Tyler Reddick, quienes lo han convertido en un símbolo de buena fortuna tras lograr grandes victorias.
En cuanto a Blaney, su firme adherencia a la superstición del billete de $50 puede parecer extraña para los de afuera, pero es parte del ritual que lo ayuda a mantenerse enfocado. Es una herramienta psicológica tanto como es una superstición, creando un sentido de control y consistencia en un deporte lleno de caos. «Me gusta pensar que me ayuda a mantener los pies en la tierra,» ha dicho Blaney. «El ritual es mi forma de controlar lo que puedo controlar.»
El impulso de Blaney de cara a 2025
El séptimo lugar de Blaney en el Daytona 500 de 2025, tras una fuerte actuación y liderando las dos primeras etapas, muestra que su ritual podría no estar tan lejos de la marca. Aunque muchos esperaban que desafiara por la victoria, la naturaleza impredecible del Daytona 500 le dejó un resultado que, aunque no fue una victoria, todavía le da impulso de cara a la próxima carrera. Para Blaney, la decepción de no ganar podría haber sido peor, y su sólida actuación en la «Gran Carrera Americana» establece el escenario para una temporada prometedora por delante.
Mirando hacia el Ambetter Health 400 en el Atlanta Motor Speedway, Blaney tiene todas las herramientas para ser un favorito para la victoria. La temporada pasada, estuvo involucrado en una emocionante batalla por la victoria en Atlanta, perdiendo por poco ante Daniel Suárez en un dramático final en 3 filas. Con un fuerte equipo detrás de él en Team Penske, donde Blaney y su compañero de equipo Joey Logano han dominado a lo largo de los años, las probabilidades se ven bien para que el piloto #12 agregue otra victoria a su colección.
¿Le da el ritual de Ryan Blaney una ventaja?
Entonces, ¿los rituales de Blaney le dan una ventaja, o es solo superstición? Es difícil decirlo de manera definitiva, pero hay algo que se puede decir de un piloto que ha encontrado una manera de prepararse mentalmente para los intensos desafíos de las carreras de NASCAR. Ya sea por su atención al detalle en su rutina previa a la carrera o por su dependencia de ciertas supersticiones, la consistencia y el enfoque de Blaney en controlar lo controlable han demostrado ser exitosos.
A medida que avanza la temporada 2025, tanto los aficionados como los competidores estarán atentos a si Blaney puede continuar construyendo sobre su impulso desde Daytona y reclamar otra victoria. Su ritual podría ser la clave para desbloquear su máximo potencial—aunque, como NASCAR ha demostrado una y otra vez, cualquier cosa puede suceder cuando se compite a más de 200 mph.