Marcus Armstrong no solo estaba probando el lunes—estaba dando un espectáculo. El recién llegado de Meyer Shank Racing (MSR) cumplió doble función durante la prueba de IndyCar de dos días en Sebring, sustituyendo a un enfermo Felix Rosenqvist y aprovechando el momento de manera espectacular.
Después de correr la sesión de la mañana en su No. 66 Honda, Armstrong tomó el control del No. 60 de Rosenqvist por la tarde y entregó una rápida vuelta de 52.3675s, colocándose en la cima de las tablas de tiempos. Fue un final dramático para una sesión de ritmo rápido donde la clasificación cambió constantemente en los últimos 20 minutos.
Un Impactante Final de Último Minuto
Con el sol de Sebring bajando, la intensidad aumentó. Entre los que desafiaron por el primer lugar:
✅ Conor Daly (Juncos Hollinger Racing) – 52.5931s, asegurando el segundo lugar en una fuerte actuación.
✅ Will Power (Team Penske) – 52.8032s, asegurando el tercer lugar por la tarde.
A pesar de la ráfaga tardía de vueltas rápidas, nadie pudo desbancar a Armstrong. Su última vuelta en el coche de Rosenqvist lo colocó cómodamente adelante, aprovechando al máximo su inesperada oportunidad.
“Para ser justos, no hicimos muchas vueltas en el coche 60, pero estoy feliz de sustituir a Felix,” dijo Armstrong después de su sesión.
Drama para Scott Dixon
Mientras Armstrong estaba haciendo titulares, el seis veces campeón de IndyCar Scott Dixon sufrió una tarde frustrante. Su sesión se vio interrumpida casi de inmediato debido a lo que parecía ser una falla del motor.
- Dixon solo completó dos vueltas antes de que su coche se detuviera.
- Su equipo de Chip Ganassi Racing pasó el resto de la sesión realizando un cambio de motor.
El contratiempo significó que Dixon perdió tiempo valioso en pista, pero volverá el martes por la mañana cuando su grupo regrese para el último día de pruebas.
¿Qué sigue?
El horario de pruebas del martes cambia los grupos, con:
- Dixon y los corredores de la tarde tomando la pista en la sesión de la mañana.
- Armstrong y el grupo de la mañana cerrando la prueba en la sesión de la tarde.
Para Armstrong, la conclusión más importante es clara—su velocidad es real. Ya sea en su propio No. 66 Honda o sustituyendo al No. 60 de Rosenqvist, el neozelandés rindió bajo presión. Si la prueba del lunes es alguna indicación, está listo para causar impacto en 2025.