La temporada 2025 de la NASCAR Cup Series comenzó con la marca de caos característica de Daytona—pero para Ryan Preece, la Daytona 500 se convirtió en una repetición casi trágica de su accidente aéreo de 2023.
Preece, haciendo su debut en RFK Racing, se vio atrapado en uno de los mayores accidentes de la noche, volcando violentamente con solo cuatro vueltas por correr. Y esta vez, no se está quedando en silencio—está exigiendo cambios antes de que sea demasiado tarde.
“Cuando el coche despegó así y se hizo un silencio, lo único en lo que pensé fue en mi hija. Tengo suerte de haber salido caminando. Pero estamos muy cerca de que alguien no pueda hacerlo.”
Vuelta 196: El Accidente Que Envió a Preece por los Aires—Otra Vez
El desastre se desató en la parte delantera del grupo, cuando Christopher Bell, liderando junto a su compañero de equipo de Joe Gibbs Racing, recibió un mal empujón desde atrás.
- Bell perdió el control, se estrelló fuertemente contra la pared exterior, y rebotó hacia el campo.
- Preece, corriendo en el medio del grupo, no tuvo a dónde ir—su Ford No. 60 fue enviado a volar tras un fuerte contacto.
- El coche dio vueltas, aterrizó sobre su techo y se deslizó por la pendiente antes de volver a volcarse.
“No sé si es el difusor o qué hace que estos coches se comporten como una tabla de contrachapado cuando sales afuera en un día ventoso,” explicó Preece.
Esta no fue su primera vez experimentando un choque tan aterrador—fue inquietantemente similar a su accidente de 2023 en Daytona, cuando hizo varias volteretas en la final de la temporada regular.
Una clara advertencia a NASCAR: “Algo debe hacerse”
Después de escapar de su segundo accidente en el aire en Daytona en menos de dos años, Preece no está solo frustrado—está genuinamente preocupado por su vida y la seguridad de sus competidores.
“Como padre y piloto, seguimos golpeando una puerta esperando un resultado diferente, y creo que sabemos dónde está el problema—son los superspeedways. No quiero ser el ejemplo de cuando finalmente le pase algo a alguien.”
Su mensaje a NASCAR fue claro y contundente:
- El paquete actual de superspeedway no está funcionando.
- El riesgo de que los coches se eleven es todavía demasiado alto.
- Si no se hacen cambios, el próximo piloto podría no tener tanta suerte.
“Tengo una hija de dos años… Se necesita hacer algo. Porque los coches que se levantan del suelo así—se sintió, honestamente, peor que Daytona en 2023.”
Esa declaración por sí sola debería enviar ondas de choque a través de NASCAR.
Si Preece cree que este accidente fue peor que su aterrador choque de 2023, plantea serias preguntas sobre si NASCAR ha hecho lo suficiente para solucionar el problema.
¿Tomará finalmente NASCAR medidas?
El accidente de Preece se suma a una lista creciente de accidentes en superspeedway que han dejado a pilotos y equipos exigiendo cambios.
- En 2023, NASCAR eliminó el césped de la recta trasera después del vuelco de Preece en Talladega, pero eso no detuvo los accidentes aéreos.
- Ahora, Preece está llamando directamente al deporte, instándolos a tomar acciones reales antes de que ocurra una tragedia.
El organismo sancionador no puede permitirse ignorar esta advertencia. Si un piloto veterano como Preece está diciendo abiertamente que teme por su vida, NASCAR tiene la responsabilidad de actuar.
La pregunta es: ¿lo harán?
¿Cuántos más vuelcos violentos se necesitarán antes de que NASCAR realice los cambios necesarios?
Una cosa es cierta: Ryan Preece no quiere ser el ejemplo de cuando “finalmente le ocurra algo a alguien”.