Para Denny Hamlin, el Daytona 500 no es solo otra carrera—es el sueño que lanzó su carrera en NASCAR.
Cuando era un niño de siete años, Hamlin escribió un simple deseo:
“Mi deseo es ganar el Daytona 500.”
Avancemos rápido, y él ha vivido ese sueño tres veces—2016, 2019 y 2020—solidificándose como uno de los mejores corredores de superspeedway de su generación.
Pero mientras se prepara para el Daytona 500 de 2025, algo se siente diferente.
El una vez imparable maestro de superspeedway ahora enfrenta una batalla cuesta arriba—y él sabe exactamente por qué.
Las luchas de Hamlin en Daytona: El coche de próxima generación cambió todo
En la era pre-Next Gen, Hamlin era un maestro del draft. Sabía cómo manipular el grupo, controlar las líneas y cronometrar sus movimientos finales a la perfección.
Entre 2016 y 2021, su récord en Daytona fue dominante:
✅ 3 Victorias en Daytona 500
✅ 5 Finalizaciones entre los cinco primeros
✅ Promedió un 7.3 en las finales de 500 durante ese período
Luego, NASCAR introdujo el coche Next-Gen en 2022—y su magia en superspeedway desapareció de la noche a la mañana.
En los últimos tres años, su mejor finalización en Daytona 500? 17º (2023).
Y no solo es Daytona. Talladega—donde alguna vez prosperó—no le está funcionando tampoco. En la era Next-Gen, solo tiene una finalización entre los cinco primeros en esa pista.
Para Hamlin, la razón es clara:
“Hablan de mis tres victorias, pero he corrido aquí 40 veces. Estoy como tres de 40… Las estadísticas no mienten. En la era Next-Gen, ha sido horrendo.”
Por qué el coche Next-Gen perjudica las fortalezas de Hamlin
Las luchas de Hamlin no son solo mala suerte—son el resultado de cómo el coche Next-Gen cambió las carreras en superspeedway.
Antes de 2022, las carreras en superspeedway se trataban de:
✔ Habilidad pura del conductor
✔ Control del draft
✔ Elecciones de carril agresivas
✔ Movimientos perfectamente cronometrados en la última vuelta
Ahora, la estrategia supera a la habilidad, y ahorrar combustible se ha vuelto más importante que hacer movimientos audaces.
“El coche Next Gen con ahorro de combustible y todas esas cosas… eso no es mi fuerte. Tengo que aprender a ser mejor en eso,” admitió Hamlin.
Con los coches más nuevos creando más resistencia, los conductores son menos agresivos y más dependientes de las alianzas con los fabricantes, algo que ha frustrado a los aficionados que extrañan las batallas impredecibles y emocionantes del pasado.
El estilo de carrera agresivo de Hamlin es lo que lo convirtió en una leyenda de los superspeedways—pero ahora, está trabajando en su contra.
¿Un Rayo de Esperanza? Hamlin Aún Sabe Cómo Cerrar el Trato
A pesar de su frustración con el coche Next-Gen, Hamlin no se está rindiendo.
Su fin de semana en el Daytona 500 de 2025 comenzó fuerte—él dominó la sesión de práctica inaugural con una velocidad de 187.480 mph y comenzará octavo el domingo.
Y cuando se trata de situaciones al final de la carrera, Hamlin sigue tan confiado como siempre.
“Si estoy en una situación de bandera a cuadros verde-blanca, estoy al frente, sé las tácticas que se necesitan para ganar.”
¿El problema? Llegar a ese punto.
Hamlin necesitará:
🔹 Adaptar su estrategia de carrera para sobrevivir hasta las últimas vueltas
🔹 Trabajar en estrecha colaboración con su nuevo jefe de equipo, Chris Gayle
🔹 Luchar a través de la política de fabricantes y alianzas de equipo
🔹 Mantener su enfoque a pesar de una batalla legal en curso con NASCAR
¿Puede Hamlin desafiar las probabilidades y ganar el No. 4?
El Daytona 500 de 2025 será una prueba definitoria para Hamlin.
- ¿Si gana? Se consolidará como un campeón de Daytona 500 en cuatro ocasiones, empatando con Cale Yarborough y acercándose más al récord de siete de Richard Petty.
- ¿Si vuelve a tener problemas? Solo agregará más preocupaciones de que su dominación en superspeedways se ha ido para siempre.
De cualquier manera, una cosa es cierta—Denny Hamlin aún no ha terminado de perseguir su sueño de Daytona.