Tesla está recuperándose de un colapso dramático en las ventas en uno de los mercados de vehículos eléctricos (VE) más cruciales de Europa—Alemania. Mientras el gigante de los vehículos eléctricos lidia con problemas de inventario y una demanda en picada, los analistas señalan una tormenta perfecta de controversia política, incentivos que se desvanecen y un cambio en el sentimiento del consumidor como los culpables detrás del sorprendente declive de Tesla.
Las cifras son asombrosas. Según la Autoridad Federal de Transporte Motorizado de Alemania (KBA), Tesla registró solo 1,277 vehículos nuevos en enero de 2025, una catástrofe del 59.5% de caída en comparación con el mismo mes del año pasado. Esta caída libre ha empujado a Tesla hacia abajo en los rankings del mercado de VE en Alemania, reduciendo su cuota de mercado por debajo del 10%—una caída brutal para una empresa que una vez dominó el sector.
La Controversia Política de Elon Musk—¿Un Desastre de Marca?
Mientras las luchas de Tesla en Europa se han visto agravadas por el fin de los subsidios gubernamentales para vehículos eléctricos, ningún otro fabricante de automóviles ha sufrido un colapso tan severo. Entonces, ¿qué es lo que diferencia a Tesla? Muchos creen que la respuesta radica en su CEO, Elon Musk.
La creciente alineación de Musk con la política de extrema derecha—particularmente su apoyo reportado al controvertido partido Alternativa para Alemania (AfD)—ha desatado una feroz reacción. En un país donde la sensibilidad política es profunda, las declaraciones de Musk han desencantado a los consumidores alemanes en masa, enviando la reputación de Tesla en picada.
El mercado de vehículos eléctricos de Alemania florece—pero Tesla se queda atrás
Lo que hace que la caída de Tesla sea aún más devastadora es que el mercado general de vehículos eléctricos en Alemania está prosperando. Los datos de KBA muestran que las ventas de vehículos eléctricos de batería aumentaron un 53.5% interanual en enero, lo que significa que, aunque la demanda de coches eléctricos sigue siendo fuerte, es Tesla la que está perdiendo favor a un ritmo alarmante.
En contraste, los gigantes locales de vehículos eléctricos Volkswagen, BMW y Mercedes-Benz han logrado capturar cuota de mercado, dejando a Tesla luchando por competir en un panorama que alguna vez fue propicio para su dominio.
El Cybertruck: ¿Un salvavidas o una responsabilidad?
Tesla ha estado apostando por su nueva oferta—el muy anticipado Cybertruck—para revitalizar su marca. Pero hasta ahora, la camioneta futurista no está cumpliendo con las expectativas.
El diseño poco convencional y el tamaño masivo del Cybertruck lo convierten en una venta difícil en Europa, donde los consumidores prefieren sedanes elegantes y SUV compactos en lugar de camiones de trabajo pesado. Para agravar el problema, las regulaciones europeas de seguridad y emisiones podrían convertirse en una pesadilla regulatoria, retrasando—o incluso impidiendo—que el Cybertruck llegue a las carreteras europeas.
Aún en los EE. UU., donde las camionetas pickup dominan, el rendimiento de ventas del Cybertruck ya está levantando cejas. Los informes indican que el inventario se está acumulando mientras los Cybertrucks sin vender permanecen en los lotes de los concesionarios, lo que genera dudas sobre si el vehículo más audaz de Tesla realmente puede ofrecer el aumento de ingresos en el que Musk está confiando.
¿Está desvaneciéndose la dominancia de Tesla?
El desastre de ventas de Tesla en Alemania es más que solo un mal mes—es una señal de advertencia de que el control una vez inquebrantable de la compañía sobre el mercado de vehículos eléctricos se está desvaneciendo. Con una competencia creciente, obstáculos regulatorios y un CEO cuyas posturas políticas están alienando mercados clave, el camino por delante para Tesla parece estar lejos de ser suave.
¿Puede Tesla corregir el rumbo antes de perder aún más terreno en Europa? ¿O es este el comienzo de un declive a largo plazo para el líder indiscutido de los vehículos eléctricos? A medida que Musk continúa buscando la controversia, los consumidores pueden estar emitiendo su propio veredicto—con sus billeteras.