Kevin Harvick nunca ha sido de los que se contienen, y mientras NASCAR presenta su controversial Provisional de Exención Abierta (OEP) para 2025, el campeón de la Copa de 2014 deja claro—no le gusta lo que ve.
La nueva regla, que otorga a los pilotos de élite de otras series de automovilismo un pase gratuito para participar en eventos selectos de la Copa NASCAR sin la presión de clasificar, está diseñada para atraer talentos de renombre de fuera del automovilismo de coches de turismo. Y aunque Harvick respeta la intención, cree que la ejecución es profundamente defectuosa—especialmente porque excluye a los campeones anteriores de NASCAR.
Harvick critica a NASCAR: “¿Por qué dejar fuera a los nuestros?”
Trackhouse Racing ya ha aprovechado la regla, con el campeón de cuatro veces de Indy 500 listo para convertirse en el primer piloto en usar el OEP para las 500 Millas de Daytona de 2025. Pero mientras NASCAR despliega la alfombra roja para las estrellas de crossover, los campeones anteriores de la Copa que allanaron el camino para el deporte están siendo ignorados.
«Esa es la parte que no me gusta de esta regla, creo que sorprendió a mucha gente. Me encanta la intención y me encanta el hecho de que va a atraer a personas de otras formas de automovilismo,» dijo Harvick.
Pero luego añadió un duro golpe de realidad:
«No me gustó el hecho de que se dejara de lado a los nuestros. Hemos vuelto atrás y hemos resuelto todas estas cosas con todos los chicos que tenían un mal sabor en la boca por cómo han sido tratados en los últimos años.»
Para Harvick, el problema no es traer talento externo, sino que NASCAR aparentemente ignora su propia historia. Mientras que las superestrellas internacionales reciben un pase dorado para las carreras más grandes de NASCAR, los campeones veteranos de la Copa que han dedicado sus carreras al deporte quedan fuera de la ecuación.
Esto plantea una gran pregunta: ¿No deberían las leyendas de NASCAR tener el mismo derecho a competir en estos eventos destacados que los pilotos de otras series?
The Clash: ¿El próximo gran error de NASCAR?
Harvick no se detuvo solo en la regla OEP; también apuntó a los rumores de NASCAR sobre planes para mover The Clash a un lugar internacional.
Para él, la idea de sacrificar pistas cortas clásicas como Bowman Gray Stadium en aras de la expansión global es una bofetada en la cara para los fanáticos de base de NASCAR.
«Creo que ofenderás a nuestros fanáticos de base de lugares como Bowman Gray, que podrías afectar tu propia casa aquí en nuestro país en lugar de intentar hacerlo global. Arreglemos la estructura de nuestro sistema que tenemos aquí desde la base, y podrías usar a nuestras mayores estrellas para hacerlo,» advirtió Harvick.
Su mensaje es claro: Antes de que NASCAR se enfoque en carreras internacionales llamativas, debería ocuparse de su propio patio trasero.
¿Está la dirección de NASCAR perjudicando a sus aficionados más fieles?
La postura de Harvick refleja las preocupaciones de muchos dentro de la comunidad de NASCAR. Si bien hacer crecer el deporte a nivel global es una perspectiva emocionante, ignorar las carreras de base y a los campeones veteranos de NASCAR podría alienar a la misma base de aficionados que hizo del deporte lo que es hoy.
Y aunque mover las carreras de exhibición al extranjero es una opción mucho mejor que trasladar carreras con puntos en juego, aún plantea preocupaciones sobre si NASCAR está priorizando el espectáculo sobre la sustancia.
Con leyendas como Harvick alzando la voz, NASCAR enfrenta ahora una pregunta crítica: ¿Está presionando demasiado por atraer a un público externo mientras descuida su propio legado?
El veredicto: NASCAR necesita encontrar un equilibrio
Harvick no está en contra del cambio—está en contra del cambio que se produce a expensas de la base del deporte. NASCAR necesita preguntarse: ¿Vale la pena traer estrellas externas sacrificando a sus propios campeones? ¿Vale la pena la expansión global a costa de alienar la base de aficionados que hizo del automovilismo un fenómeno?
A medida que se acerca la temporada 2025, NASCAR tiene decisiones serias que tomar. ¿Escuchará a veteranos como Harvick, o se reafirmará en su nueva dirección controvertida?
Una cosa es segura: La batalla por la identidad de NASCAR apenas está comenzando.