Chase Elliott ha construido su carrera sobre versatilidad, precisión y adaptabilidad. Como campeón de la NASCAR Cup Series 2020 y uno de los conductores más talentosos del deporte, la estrella de Hendrick Motorsports prospera en óvalos, superspeedways y circuitos de carretera tradicionales. Pero cuando se trata de carreras en calles, incluso un conductor del calibre de Elliott se enfrenta a una batalla difícil.
Después de luchar por un 21º lugar en el Grant Park 165 de 2024 en Chicago, Elliott ahora reconoce abiertamente los desafíos únicos de la única carrera callejera de NASCAR—y los ajustes que debe hacer para seguir siendo competitivo.
Por qué las carreras en calles son el talón de Aquiles de Elliott
En una entrevista sincera con Fox 32 Chicago, Elliott se sentó con el compañero conductor Bubba Wallace y ofreció una rara visión sobre lo que hace que las carreras en calles sean tan difíciles, especialmente en comparación con los circuitos de carretera tradicionales.
«Solo encontrar ese equilibrio entre riesgo y recompensa… agregar la lluvia en los últimos años ha añadido un elemento completamente diferente a un circuito del que ya no tenías mucho conocimiento. Eso lo hizo difícil.»
Los circuitos callejeros, como el diseño temporal en Chicago, presentan un desafío completamente diferente que los circuitos de carretera que Elliott ha dominados en el pasado.
A diferencia de circuitos como Watkins Glen o Sonoma, que ofrecen zonas de escape para errores, una carrera en la calle tiene cero margen de error.
«En muchos circuitos de carretera normales a los que vas, puedes salirte con la tuya con un error,» explicó Elliott. «Pero aquí no hay espacio para salirse de la pista.»
¿Un pequeño error de cálculo? Directo contra la pared.
La Ciencia Detrás de las Dificultades de las Carreras Callejeras de NASCAR
Más allá de las curvas cerradas y barreras implacables, los ingenieros también enfrentan un gran desafío al configurar los coches para carreras en la calle.
- Las carreteras públicas no están construidas para carreras – La superficie es irregular y bumpy, lo que requiere ajustes importantes en la suspensión.
- Las curvas cerradas limitan la velocidad – Los ingenieros deben sacrificar caballos de fuerza brutos por mejor manejo y equilibrio.
- Los cambios de elevación añaden complejidad – El circuito de Grant Park cuenta con una sección de puente, obligando a los conductores a ajustar el frenado y la aceleración en medio de la carrera.
- Adelantar es una pesadilla – El diseño estrecho significa que pasar es difícil, haciendo que la clasificación y la estrategia sean más importantes que nunca.
Aún el veterano de Fórmula 1 Jenson Button, que ha competido en algunos de los circuitos urbanos más difíciles del mundo, admitió que la adaptación de NASCAR al formato es una curva de aprendizaje empinada.
«Es una gran curva de aprendizaje para todos. No hay margen de error.»
¿Puede Elliott cambiar la situación en 2025?
A pesar de sus contratiempos en circuitos urbanos, Elliott está decidido a resolverlo.
Con uno de los mejores equipos del deporte detrás de él, y su reputación por adaptarse y mejorar, no hay duda de que trabajará para superar este desafío.
A medida que NASCAR continúa explorando nuevos formatos y ubicaciones de carrera, la importancia de las carreras en la calle podría crecer—y Elliott necesitará estar listo.
Por ahora, sin embargo, el Grant Park 165 sigue siendo un rompecabezas que aún está tratando de resolver.
¿Será 2025 el año en que Chase Elliott finalmente domine las calles de Chicago?