La temporada de Fórmula 1 2024 cambió las reglas del juego para Red Bull Racing. Una prohibición a mitad de temporada sobre los sistemas de frenos asimétricos desató una ola de especulaciones, mientras McLaren y Ferrari presentaron mejoras impactantes que derribaron la dominancia de Red Bull. Pero Red Bull insiste en que la historia no es lo que parece.
Durante años, Red Bull Racing ha sido sinónimo de ingeniería intocable y la implacable dominancia de Max Verstappen. Pero la temporada de Fórmula 1 2024 trajo un giro sorprendente. Después de un inicio contundente en el que Verstappen ganó siete de las primeras diez carreras, Red Bull inexplicablemente falló. Una prohibición de los sistemas de frenos asimétricos durante el Gran Premio de Miami coincidió con un cambio sísmico en la batalla por el campeonato, encendiendo especulaciones de que la prohibición impactó directamente en el rendimiento de Red Bull.
Sin embargo, el Director Técnico de Red Bull, Pierre Wache, ha negado rotundamente cualquier vínculo entre el cambio de regulación y la repentina caída del equipo.
«No Cambiamos el Coche,» Dice Wache
Respondiendo a los rumores que circulan, Wache fue inequívoco: “No cambiamos el coche; no cambiamos la forma en que configuramos el coche.” Según él, la caída en el rendimiento de Red Bull tenía menos que ver con la prohibición y más con el hecho de que sus rivales habían mejorado.
El Gran Premio de Miami marcó un punto de inflexión dramático, con Lando Norris de McLaren reclamando la victoria en una carrera que Red Bull creía tener asegurada. Un Safety Car oportunamente cronometrado le dio la ventaja a Norris, pero Wache reconoció un cambio más profundo. “Ya no éramos los más rápidos. Claramente, algo cambió, especialmente con McLaren.”
El Ascenso Meteorico de McLaren
Mientras Red Bull sostenía que su auto permanecía sin cambios, el aumento de McLaren era innegable. Comenzando en Miami, McLaren superó consistentemente a sus rivales, presumiblemente con menos degradación de neumáticos y un paquete que parecía perfectamente ajustado. La victoria de Norris en Miami fue la primera señal de problemas para Red Bull, pero el verdadero shock llegó cuando Verstappen no logró ganar en las siguientes diez carreras—una sequía que era impensable al inicio de la temporada.
Ferrari también se unió a la contienda, desafiando a Red Bull en la segunda mitad del año. La combinación de mejoras estratégicas y una competencia más cerrada dejó a Red Bull luchando por mantener el ritmo.
Especulación y Presión Detrás de Escenas
El momento de las dificultades de Red Bull fue demasiado coincidente para muchos. La prohibición de los sistemas de frenos asimétricos, introducida en Miami, desató rumores generalizados de que Red Bull había estado aprovechando la tecnología prohibida. Pero Wache desestimó los rumores, afirmando que la presión interna para desempeñarse superaba con creces cualquier crítica externa.
“[La especulación] no me afecta,” dijo Wache. “No cambia el hecho de que cada fin de semana tengo la presión de entregar el mejor auto. Tengo suficiente presión, y no necesito crear nada más para mí mismo.”
Una Nueva Era de Competencia
Al final de la temporada, estaba claro que la ventaja una vez insuperable de Red Bull se había evaporado. El dominio de Verstappen dio paso a un McLaren resurgente y a un Ferrari renovado, demostrando que ningún equipo puede permitirse descansar en sus laureles en el implacable mundo de la Fórmula 1.
A pesar del contratiempo, Red Bull sigue convencido de que su coche y filosofía no han cambiado fundamentalmente. El desafío para 2025 es claro: adaptarse, innovar y recuperar la ventaja. Mientras tanto, rivales como McLaren y Ferrari han dejado claro que no solo están alcanzando; están aquí para ganar.