El presidente de la FIA Mohammed Ben Sulayem ha reavivado las tensiones con los medios británicos, acusándolos de sesgo contra los países árabes del Golfo y destacando su crítica selectiva a la asociación de la Fórmula 1 con naciones que tienen registros de derechos humanos controvertidos. Hablando en el Rally Dakar 2025, el presidente emiratí defendió a los países de Oriente Medio que albergan carreras de F1 y señaló la hipocresía percibida en los tratos financieros y éticos del deporte.
«Trato Injusto» y Críticas del Golfo
Ben Sulayem apuntó a los medios británicos, acusándolos de perpetuar una narrativa en contra de Arabia Saudita, Baréin, Catar y su país natal, los EAU, todos los cuales albergan carreras de F1.
«Tres años de críticas en mi contra. ¿Me importa? ¿Fui elegido para escuchar a los medios? No. Me gusta la buena prensa, la prensa positiva, y tal vez cometa un error, y ustedes pueden venir y criticarme de manera objetiva,» dijo.
Sus comentarios subrayan una creciente frustración por el escrutinio de los medios occidentales sobre los vínculos de la F1 con las naciones del Golfo, mientras eventos como el Gran Premio Británico de Qatar Airways continúan beneficiándose del patrocinio del Golfo sin enfrentar el mismo nivel de condena.
Un Debate de Larga Data en la Fórmula 1
La F1 a menudo ha enfrentado críticas por llevar a cabo carreras en países que son objeto de críticas por sus registros de derechos humanos. Pilotos como Lewis Hamilton y Sebastian Vettel han hablado en el pasado, particularmente sobre Arabia Saudita, solo para que la controversia se apacigüe a medida que las ganancias financieras superan los debates éticos.
Ben Sulayem destacó lo que él ve como un doble rasero:
«Miras algunos de los medios británicos, y van en contra de Arabia Saudita o de mí. Pero una cosa diría, ve y mira el Gran Premio de Gran Bretaña. ¿Es el Gran Premio de Gran Bretaña? No, es el Gran Premio de Gran Bretaña de Qatar Airways. Por favor, quita el presupuesto, quita el dinero.»
¿Sesgo en la Cobertura Mediática?
Los comentarios del presidente de la FIA también abordan un tema que muchos aficionados e insiders han observado: el sesgo percibido en la cobertura mediática de la F1. Pilotos como Max Verstappen, Fernando Alonso e incluso Vettel en su mejor momento han enfrentado un escrutinio más severo en comparación con sus homólogos británicos.
Adrian Newey, director técnico de Red Bull, ha declarado públicamente que Verstappen ha sido tratado injustamente por los medios, mientras que Alonso ha expresado durante mucho tiempo su frustración por retratos desfavorables.
Un ejemplo reciente surgió durante el Gran Premio de Abu Dhabi 2024, donde el comentarista David Coulthard cuestionó una penalización impuesta a Verstappen mientras aceptaba una idéntica dada a Valtteri Bottas—notablemente, un piloto no británico que no competía directamente contra Lando Norris o Hamilton.
Ben Sulayem Bajo Fuego
El mandato de Ben Sulayem como presidente de la FIA ha sido polémico. Desde su aparente retroceso en el proyecto de Andretti F1 hasta las salidas de personal de alto perfil, su liderazgo ha enfrentado un escrutinio significativo. También ha tenido enfrentamientos con pilotos, incluyendo la penalización a Verstappen por usar lenguaje ofensivo durante una conferencia de prensa. Esto provocó una reacción negativa por parte de los pilotos, quienes cuestionaron cómo la FIA asigna fondos provenientes de las multas.
El presidente desestimó sus preocupaciones, afirmando, «No es asunto de ellos.»
Preocupaciones de Gobernanza y el Futuro de la FIA
Los cambios recientes en los estatutos de la FIA han planteado preguntas sobre la gobernanza dentro del organismo rector de la F1, aumentando las tensiones en torno a la presidencia de Ben Sulayem. Su postura combativa tanto con los medios como con los pilotos lo ha dejado cada vez más aislado, aunque se mantiene firme en su enfoque.
Las Implicaciones Más Amplias
Los comentarios de Ben Sulayem en el Rally Dakar destacan una creciente brecha entre la FIA, los medios y los conductores. Mientras defiende las contribuciones de las naciones del Golfo a la F1, los críticos argumentan que su estilo de liderazgo y su defensividad percibida corren el riesgo de alienar a partes interesadas clave.
El debate sobre la ética de la F1 y su relación con las naciones del Golfo es poco probable que se apague, particularmente a medida que los incentivos financieros continúan impulsando la expansión del deporte en mercados controvertidos. Si Ben Sulayem puede navegar estos desafíos o se convierte en una figura polarizadora en la historia de la FIA sigue por verse.