La temporada de NASCAR 2024 celebró un hito monumental para Hendrick Motorsports (HMS): su 40 aniversario. Lo que comenzó en 1984 como una pequeña operación con solo cinco empleados a tiempo completo se ha transformado en la fuerza más dominante en NASCAR, con 339 victorias y 16 campeonatos de pilotos en las Series Cup, Xfinity y Truck. Sin embargo, en medio de este legado histórico, una pregunta se cierne: ¿Puede el joven William Byron, conduciendo el icónico auto No. 24, realmente alcanzar las alturas que una vez logró la leyenda de HMS Jeff Gordon?
HMS: Una Dinastía de Campeones
Hendrick Motorsports siempre ha sido sinónimo de grandeza. A lo largo de los años, el equipo ha contado con algunos de los pilotos más legendarios de NASCAR—Kyle Busch, Dale Earnhardt Jr. y Jeff Gordon, por nombrar algunos. Entre ellos, Jeff Gordon se erige como una figura destacada, logrando 93 victorias al volante del auto No. 24, convirtiéndolo en uno de los números más icónicos en la historia del automovilismo.
Durante años, el auto No. 24 simbolizó dominio, precisión y gloria de campeonato. Cuando Byron asumió el control del No. 24, la presión por mantener su legado fue inmensa. Pero el piloto de 26 años ha demostrado constantemente que no es un sucesor ordinario.
Un Nuevo Capítulo en Daytona
El momento definitorio de Byron llegó en el Daytona 500 de este año, donde logró su primera victoria en una joya de la corona y puso fin a la agonizante sequía de nueve años de HMS en este prestigioso evento. La victoria fue tan dramática como histórica.
El fin de semana comenzó desastrosamente para Byron. Un choque con Kyle Busch en la práctica del jueves lo dejó fuera de competición, y las malas condiciones climáticas trasladaron la carrera del domingo al lunes. Sin embargo, Byron mostró la resiliencia que se ha convertido en su sello distintivo.
En una carrera que vio caos e imprevisibilidad, Byron se mantuvo constante, corriendo en el top 10 durante las dos primeras etapas. Pero fue un accidente tardío en la etapa final lo que reconfiguró el grupo y le dio a Byron una oportunidad de oro. Participando en una feroz batalla rueda a rueda con Ross Chastain, Byron mantuvo la calma y se lanzó hacia la victoria.
El Sello de Aprobación de Jeff Gordon
La importancia de la victoria de Byron no pasó desapercibida para Jeff Gordon, quien observó con orgullo desde el box de HMS. Gordon, ahora un ejecutivo senior en HMS, elogió a su protegido, diciendo:
«Ya era una superestrella. Simplemente pasó a otro nivel de ser una superestrella.»
Tal elogio del hombre que una vez definió el legado del No. 24 dice mucho sobre el crecimiento de Byron como piloto. La actuación de Byron en Daytona no solo destacó su talento, sino que también reafirmó su lugar como la figura principal de HMS en la era Next-Gen.
Viviendo a la Altura de un Legado
Desde la introducción del auto Next-Gen de NASCAR, Byron ha emergido como el piloto destacado de HMS, acumulando 11 victorias, incluyendo seis en la temporada 2023, donde alcanzó el Campeonato 4. Pero la victoria de Byron en la Daytona 500 puede ser su logro más significativo hasta ahora, consolidando su papel como un contendiente legítimo para llevar adelante el legado del No. 24.
Para el propietario del equipo Rick Hendrick, el triunfo de Byron fue la manera perfecta de celebrar el 40 aniversario de HMS. Hablando después de la carrera, Hendrick reflexionó sobre el viaje del equipo:
«No podrías escribir el guion mejor: 24 en ’24. Cuando pensamos en venir aquí la primera vez (en 1984), no creíamos que debiéramos estar aquí y nos sentíamos tan fuera de lugar.»
El Camino por Delante: ¿Puede Byron Igualar a Gordon?
La victoria en el Daytona 500 fue más que solo una carrera—fue un traspaso de poder. El éxito de Byron representa la continuación de un legado construido por Gordon y sostenido por HMS. Pero, ¿puede Byron realmente igualar los logros de su legendario predecesor?
Mientras que las 93 victorias y cuatro campeonatos de Gordon siguen siendo un alto referente, la trayectoria de Byron sugiere que está en el camino correcto. Con la juventud de su lado y los recursos de HMS a su disposición, Byron tiene el potencial de grabar su nombre entre los grandes de todos los tiempos de NASCAR.
Sin embargo, el coche No. 24 lleva un peso que no se compara con ningún otro en NASCAR. Por cada victoria, habrá comparaciones. Por cada contratiempo, habrá incrédulos. El desafío de Byron no es solo ganar carreras—es forjar su legado único mientras respeta el que ha heredado.